«Para nosotros es una regla irrenunciable: si piensan en quitar un sólo metro de suelo educativo siempre nos van a tener en contra. Destinar espacios que son para colegios a otro uso que no sea ese lo consideramos inaceptable. Además, porque hace falta». La Ciudad del Artista Fallero se enfrenta a su gran reto de futuro con no pocos debates abiertos: tanto la forma de preservar las actuales naves como darle un uso a la enorme extensión de terreno todavía yermo, incluyendo la ambiciosa idea de convertir toda la zona en un enorme parque tecnológico de la fiesta fallera y sus industrias adyacentes. Junto a ello hay otro elemento que forma parte de las necesidades actuales: trasladar la sede de la Junta Central Fallera desde un edificio de Monteolivete que se pretende reconvertir en un macro museo fallero.

El dilema está en las alternativas: utilizar para ello las alquerías rehabilitables (La Torre y El Moro), tal como aparece en una de las propuestas de revisión de la Ordenación Urbanística, o construir un edificio «inteligente» de nueva planta en una de las parcelas dotacionales junto a los talleres. Teniendo en cuenta que esta alternativa, que en principio, y a falta de un informe de viabilidad de los espacios en las alquerías y una visita in situ por parte de la concejalía de Cultura Festiva, es la que más gustaría en principio al edil. Pero, de entrada, se encuentra con la oposición del movimiento vecinal.

En más de una ocasión, el concejal Pere Fuset ha aducido que la demanda educativa en Ciudad Fallera está cubierta con el centro de la plaza Regino Mas (para el que se contempla una ampliación). Pero el conjunto del barrio no piensa así, especialmente por toda la «pastilla» que forman las calles Salvador Cerveró, Hermanos Machado, Levante UD y Avenida Ecuador, un enorme barrio a medio construir donde empieza a moverse la actividad.

El presidente de la asociación Benicalap-Entrecaminos, José Bellver, asegura que «no es incierto que la demanda esté cubierta. Nada más lejos de la realidad. Diariamente salen niños en autobús en dirección a otros colegios porque aquí no hay diversidad. Los centros públicos están saturados. Los solares educativos siempre son necesarios».

El previsible aumento de población junto a la Ronda Norte hace que «sea urgente un nuevo colegio público. Por no hablar de tantas y tantas dotaciones que son más urgentes no sólo para el vecindario, sino especialmente para el segmento de la gente joven». El dirigente vecinal cuestiona la sede fallera en el sentido de «si pretenden hacer un nuevo edificio como la Rambleta».

Ante la posibilidad de emplear las alquerías se preguntó «si ahí les cabe todo, porque yo sé lo grande que es el edificio de Monteolivete», aunque reconoció que ambas están necesitadas de tener un uso que no las eche a perder definitivamente. «Lo que no quisiéramos es que nos pasara con la parcela de uso social, que nos enteramos que ahí iría Casa Caridad porque ellos mismos contactaron con nosotros. Que piensen en las necesidades de los vecinos».