Ante la incineración de una persona, sus familiares pueden optar por llevarse la urna a casa y esparcir las cenizas en algún lugar concreto, por dejar las cenizas en un depósito habilitado para ese fin en el cementerio o por hacer lo propio pero en un nicho (de menor profundidad), donde se coloca la o las urnas funerarias.
La teoría dice que con o sin seguro de decesos de por medio, la persona sea enterrada en el municipio donde reside o donde elijan sus familiares. Si no se especifica nada concreto, el entierro o cremación se realiza en el cementerio al que le corresponde el código postal donde residía la persona.
Aún así, los familiares pueden solicitar el entierro en el cementerio de otra localidad o comunidad autónoma. Eso sí, debe haber sitio disponible. Y el Cementerio General de València se ha quedado sin columbarios libres donde guardar las urnas que contienen las cenizas.
Por ello, si alguien solicita este servicio, el ayuntamiento le da a elegir entre los tres camposantos de la ciudad donde aún quedan nichos de estas características disponibles: Benimàmet, Cabanyal o Massarrojos.
Los hijos de C.M. se vieron en esta tesitura el pasado lunes. Velaron el cuerpo de su madre en el tanatorio Municipal de València durante todo el fin de semana, realizaron allí la cremación del mismo y así, con la urna en la mano y sin saber muy bien por qué les tenía que pasar eso a ellos, se dirigieron hasta el cementerio de Benimàmet para depositar la urna de C.M. y la de su marido, en un nicho que el matrimonio llevaba toda la vida pagando con su seguro de decesos.
Como los más de dos millones de valencianos que tienen un seguro que cubre los gastos de su sepelio, pagaron religiosamente la cuota de la póliza para no ocasionarles problema alguno a unos hijos que, sin embargo, no podrán visitar su lápida en el cementerio que ellos querían: en el Cementerio General de Valencia, donde descansa el resto de sus familiares.
«No entiendo cómo pagando toda la vida el seguro de decesos ahora tenemos que visitar a nuestros padres en el cementerio de Benimàmet, que pertenecerá a la ciudad de València, pero no tiene vinculación alguna con mi familia, no está cerca de donde residimos ni nada parecido. No sabíamos ni donde estaba el cementerio», explica una de las hijas a este diario.
Su hermana, añade: «Y ¿ahora qué? Si es Todos los Santos o das un paseo hasta el cementerio para visitar a tus seres queridos... ¿qué hago? ¿me voy del Cementerio General al de Benimàmet a visitar a mis padres? Entiendo que no haya nichos disponibles pero no debería ser así. Sabemos que ellos querían descansar en el cementerio de València. Eso es lo que más duele».
El servicio de Cementerios del Ayuntamiento de València ha realizado diversas inversiones en los camposantos de la ciudad, incluido el General, para ampliar los servicios, sobre todo los que corresponden a las incineraciones, un servicio que cada vez es más demandado por la ciudadanía.
Por ello, el año pasado invirtieron en una segunda pirámide, un depósito subterráneo con capacidad para 2.000 urnas, con el que tienen cubierto este servicio para décadas.
Sin embargo, y aunque en la actualidad se han quedado sin columbarios de disposición inmediata para guardar las cenizas, fuentes del servicio explicaron las distintas opciones que tienen los vecinos. «Los vecinos, si disponen de un nicho en concesión o propiedad, aunque sea de los habituales para un féretro pueden disponer de él para colocar allí también la urna con las cenizas; también pueden disponer de un columbario libre en cualquiera de los cementerios de la ciudad; o pueden custodiar la urna en su casa y solicitar por registro de entrada un columbario en el cementerio que deseen. Cuando haya uno disponible, los servicios municipales les avisan y pueden hacer uso del mismo».
Datos variables
Desde el servicio de cementerios de la ciudad recalcaron que el número de columbarios disponibles es una cifra que fluctúa bastante. De hecho, el lunes, la familia de M.C. no podía disponer de ninguno libre en el cementerio general pero ayer, las mismas fuentes aseguraron que había una veintena disponibles, aunque con algunos peros.
«Hoy mismo (por ayer) hay unos 20 columbarios que están ocupados pero cuya concesión ha finalizado. Ahora empiezan los trámites administrativos para ver cuántas concesiones se renuevan y cuantos columbarios quedan libres. Ahora podemos hablar de una cifra y en tres días, de otra muy diferente y en un mes... pues lo mismo. No se pueden dar datos absolutos de falta de columbarios disponibles porque cada día varían. Unos quedan libres y otros son ocupados», explican las mismas fuentes.
Sin embargo, es objetivo del servicio municipal de cementerios «continuar ampliando columbarios con el objetivo de ampliar la demanda de un servicio (el de la cremación) que está en auge
