La Concejalía de Movilidad Sostenible de València ha adaptado para peatones una de las vías principales de El Saler, la avenida de la Gola del Pujol. Se trata de un nuevo itinerario señalizado de dos metros de ancho para peatones y un espacio bidireccional de 4,65 metros de ancho, compartido entre el tráfico motorizado y bicicletas.

Así se reparte el tramo de la avenida de la Gola del Pujol que va desde el aparcamiento de Ferros al Hotel Sidi, en cuyo itinerario la velocidad queda limitada a 20 kilómetros por hora.

La nueva señalización es fruto de los estudios realizados por la concejalía y de un proceso participativo que impulsó la alcaldesa de El Saler, Anna Batlle, con asociaciones, vecinos y entidades de la zona. Se acordó en una reunión celebrada a principios de mayo que incluía nuevos pasos de peatones en todos los accesos a las playas --donde se sitúan los aparcamientos--, desde la nueva vía peatonal.

También se estableció la instalación de señales de zona de acceso a la arena y prioridad de peatones --tanto en valenciano como en castellano--, así como seis reductores de velocidad delante de cada paso de peatones. La separación se ha llevado a cabo mediante hitos y pintura horizontal tricolor.

En concreto, el nuevo vial para peatones queda conectado a la pasarela de madera ya existente, que se encuentra en el inicio de la avenida, la calzada paralela a la cual se ha estrechado y se ha convertido en ciclo-calle. De esta forma, el Ayuntamiento trata de "reivindicar el derecho a ir caminando" desde la zona urbanizada de El Saler hasta las playas.

Con esta actuación consensuada con la Alcaldía de El Saler y los vecinos, Movilidad Sostenible trata de atender su "deseo de pacificar el entorno", ha apuntado el concejal, Giuseppe Grezzi.

Por su parte, la primer edil de la pedanía --que se personó en la actuación para supervisar las actuaciones decididas en el proceso participativo-- ha subrayado la importancia para la población de El Saler de la renovación de una vía "sin mantener en los últimos 40 años" a pesar de que supone el nexo de unión entre el pueblo y la Devesa.