La gentrificación que amenaza al vecindario de Ciutat Vella o Russafa parece extenderse ahora a los barrios residenciales por excelencia. Tal es el caso de la Saïdia, denuncia la asociación de Entre Barris, en el que 50 personas se han visto obligadas a dejar su hogar en menos de un año después de que un gigante empresarial inmobiliario pusiese el ojo en este edificio de la calle Fra Pere Vives y comprase la finca completa.

El objetivo principal, denuncia Entre Barris, es rehabilitar estos pisos y ofrecerlos, sospechan, a turistas o estudiantes extranjeros por precios más elevados sin reparar en la situación de desamparo en la que se deja a tantas personas.

«Se creen que están comprando un edificio, pero en realidad compran hogares con personas dentro», afirma uno de los vecinos de esta finca que prefiere mantenerse en el anonimato y que, denuncia, no han recibido ninguna alternativa que le asegure no vivir en la calle.

Motivo por el cual, Entre Barris advierte que, ante la «inacción del tripartito» al que acusan de «promover un modelo de ciudad dominado por la industria del turismo», tomarán acciones legales uniéndose en tejido asociativo. «Queremos hacer frente a esta injusticia juntos para que sientan que no están solos y denuncien», explica Irene Esteban, miembro de Entre Barris.