Vox se estrenará en la corporación municipal con dos concejales que tendrán ante sí el reto de evitar su disolución entre tres grupos de oposición y tener la suficiente visibilidad como para no quedar convertido en una nota al margen. Para el líder de la formación, José Gosálbez, la firma de ayer suponía «la consolidación de lo que es Vox ahora mismo: un partido que entra en las instituciones».

Desde ese lugar aseguraba que «en cuanto estemos allí el sábado, en cuanto se haya constituido el ayuntamiento, pelearemos por los intereses de los valencianos y las valencianas» incidiendo en aspectos de sus promesas electorales: «Intentando que se reduzca esa macro estructura administrativa, que hay ahora mismo, reduciendo gastos innecesarios, que se paguen los menos impuestos posibles, beneficiando a los hosteleros, los comerciantes... e intentar cuidar de todos los valencianos y hacer una ciudad mucho mejor».

Por todo ello, «seremos una oposición lógica y formal, pero a la vez constructiva y dura».