Una de las grandes apuestas del Govern del Rialto fue convertir la calle Colón en una calle de preeminencia para el transporte público, lo que supuso el cierre del acceso a la misma para el vehículo privado desde Porta de la Mar. Por lo tanto, si un usuario quiere acceder a esta vía comercial lo ha de hacer por alguna de las calles que desembocan en ella desde el barrio de Pla del Remei, como Sorní o Isabel la Católica.
Superado el estado de alarma y con la actividad recuperándose, durante la última semana de junio el tráfico se redujo un 67 por ciento comparado con el mismo periodo del año pasado, justo en el primer tramo de la vía, desde Porta de la Mar a Sorní. De los 16.000 coches que entraban a esta vía en 2019 se ha pasado ahora a poco más de 5.000. En cambio, los siguientes tramos han disminuido en menor intensidad. Por ejemplo, de Isabel la Católica a Lauria la bajada ha sido del 41 por ciento; de Pizarro a Pascual y Genís ha sido del 37,9 %; y de Pascual y Genís a Xàtiva un 23,6 %.
Esta menor reducción del tráfico conforme se acerca la calle Colón a su encuentro con Xàtiva se debe a que muchos usuarios han accedido desde el barrio de Pla del Remei y, además, ha coincidido con las obras de Marques del Túria, con la gran vía prácticamente cortada que obligaba a los conductores a buscar alternativas. Quizá sin estas obras, la reducción hubiera sido más homogénea. En todo caso habrá que esperar a la ver la evolución.
En cuanto a Marqués del Turia, la reducción del tráfico ha sido de las mayores en el periodo poscovid, ya que la intensidad media diaria de la gran vía fue un 24 por ciento menor.
