El alcalde de València, Joan Ribó, elevó ayer la presión sobre la Generalitat al pedir que se plantee seriamente el cierre del ocio nocturno en el cap i casal «desde el tardeo hasta la noche». Además de los rebrotes detectados, al ayuntamiento le preocupan los resultados de los últimos análisis practicados en la red de alcantarillado, según los cuales la presencia de restos del virus en las aguas residuales de València se ha multiplicado por 100 desde el 20 de mayo. Aunque el dato no se puede asociar a ningún aumento porcentual en el número de positivos de la Covid-19, el consistorio teme un «boom» de positivos a partir de la semana que viene.

La postura de Ribó ha abierto un frente con el gobierno autonómico respecto a una problemática -la restricción o no del ocio nocturno- que ha sido objeto de debate durante toda la semana y que fue abordada ayer por el Consell tras el pleno semanal. De momento, el ejecutivo autonómico está lejos de ordenar clausuras generalizadas o la paralización total de la actividad del sector, una posibilidad que ayer fue descartada rotundamente por la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, en la línea de lo ya manifestado días atrás por el president Ximo Puig.

Preguntada por la posición de Ribó, Bravo defendió la necesidad de «no estigmatizar» al ocio nocturno y remitió al nuevo decreto de sanciones aprobado ayer como el instrumento adecuado para endurecer el control sobre los locales y disuadirles de incumplir las medidas de prevención y seguridad exigidas para evitar el avance de la Covid-19. La consellera se mostró «segura» de que la norma reforzará el civismo de los locales, aunque recalcó que será la Conselleria de Sanidad la que decidirá si se procede al cierre del ocio nocturno en València -como en Gandia- en base a los criterios sanitarios, o si se adoptan «medidas restrictivas».

Bravo recalcó que los propietarios de los locales son «los primeros preocupados» por los rebrotes que tienen su origen en sus espacios y apuntó que la nueva orden buscar garantizar el marco de seguridad jurídica que éstos piden.

Oltra defiende las sanciones

Por su parte, la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra, evitó ayer alinearse con la postura de Ribó y asumió las tesis manifestadas en la misma rueda de prensa por la consellera de Justicia, al defender las medidas adoptadas con el decreto de sanciones. Oltra pidió tranquilidad ante el aumento del rastro del virus en las aguas residuales de varios barrios de València y remarcó que «falta la metodología para sacar conclusiones», antes de matizar que los indicadores ya no son tan fiables como en el confinamiento porque ahora «la gente se mueve».

Ribó, que hasta ahora solo ha mantenido «conversaciones informales» con Sanidad sobre el asunto, expresó el convencimiento de que los locales de ocio nocturno «son uno de los lugares más claros donde se están produciendo brotes, antes de advertir de que «la cosa se está poniendo muy preocupante». El alcalde, en cualquier caso, especificó que, cuando habla de ocio nocturno, no se refiere a la cultura, por lo que las actuaciones de teatro, el cine o los conciertos de música quedarían excluidas de la solicitud de cierre.

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