Más allá de los 3.500 millones de euros de inversión para València que el alcalde Joan Ribó reclama al Gobierno de Pedro Sanchez en los que se incluyen la deuda de la Marina de Valencia y las infraestructuras ferroviarias del Parc Central, el inicio del curso político arranca con varios frentes de competencia municipal y autonómica abiertos.
La lista es amplia. Desde la ATE de Mestalla, que caduca en 2021, a los nuevos planes urbanísticos del Cabanyal, con el controvertido hotel de 15 alturas, y de Benimaclet, en proceso de reformulación tras el portazo dado por el alcalde a la propuesta de Metrovacesa, pasando por el desarrollo del nuevo y ambicioso «plan verde» anunciado por el alcalde, que incluye la renaturalización del nuevo cauce del Turia para hacer frente al desafío del cambio climático, y los nuevos presupuestos participativos, que todavía no han sido convocados.
Vivienda pública, la asignatura
La ampliación del parque de vivienda pública sigue siendo asignatura pendiente para el gobierno del Rialto, tal como recuerda el grupo municipal del PP, pese a estar ya aprobado el nuevo plan de viviendas, criticado por los grupos de la oposición por su nulo nivel de ejecución. Tampoco hay noticias de la nueva empresa mixta anunciada el año pasado por el alcalde para la promoción de 600 viviendas asequibles.
Para Ciudadanos es prioritario que el gobierno del Rialto avance en la construcción de vivienda asequible. «Llevamos cinco años sin que se haya hecho ni un solo piso, ni se haya puesto un ladrillo», destacan fuentes de Ciudadanos en el Ayuntamiento de València.
Las intervenciones previstas en el ambicioso proyecto «València ciudad de plazas», destinado a peatonalizar calles y ganar espacio ciudano en toda la ciudad y con actuaciones destacadas en Brujas-Mercat y Reina, pendientes desde la pasada legislatura, también deberán desarrollarse a lo largo del próximo curso, más allá de las actuaciones blandas, no exentas de polémica, que se han llevado a cabo en la plaza del Ayuntamiento o el entorno de la Lonja.
Menos maduros están proyectos como el desarrollo del PAI del Grao, que depende de la ejecución de la prolongación del túnel de Serrería, otra de las infraestructuras que València reclama a Madrid.
La oposición pide medidas
El grupo municipal del PP reprocha al Rialto que no haya conseguido avanzar en esta y otras infraestructuras estratégicas para la ciudad como el túnel pasante, la estación central y la ampliación del puerto.
Por su parte, Ciudadanos señala que el gobierno del Rialto tiene que «desatascar», pero tambien aprovechar los fondos europeos para impulsar proyectos medioambientales como la recuperación de la Albufera, la regeneración de las playas del sur, la renovación del alcantarillado y acabar el tramo final del Jardín del Turia.
