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La aportación de agua del Júcar a l’Albufera ha caído un 80%

El Ayuntamiento de València presenta alegaciones al Plan Hidrológico para obtener 70 hectómetros cúbicos al año

La aportación de agua del Júcar a l’Albufera ha caído un 80%

El Ayuntamiento de València presentará alegaciones al futuro Plan Hidrológica del Júcar para conseguir 70 hectómetros cúbicos de agua para l’Albufera, que en las últimas décadas ha perdido el 80% de las aportaciones de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ). De no ser así, el consistorio dibuja un paisaje muy negativo para el lago, con una contaminación que crece al mismo ritmo que se pierde el hábitat de decenas de especies animales.

Hoy mismo esta prevista una reunión entre el alcalde de València, Joan Ribó, y el presidente de la CHJ, Manuel Alcalde, en la que Ribó planteará en persona las alegaciones que se presentarán al futuro Plan Hidrológico Nacional, cuyo periodo de alegaciones concluye a finales de este mes.

En esas alegaciones se explica que los avances en la depuración de aguas se ha visto contrarrestado negativamente por un descenso del 80% en los aportes de la Acequia Real del Júcar, que hasta los años ochenta aportaba 308 hectómetros cúbicos anuales. Esa merma, continúa el documento, no se percibe durante la época de cultivo del arroz, sino mayoritariamente en los meses de otoño-invierno y principios de la primavera, «en la que no entra una sola gota de agua del sistema Acequia Real». En esa época los únicos aportes son los de la lluvia y la estación depuradora de Pinedo.

Esa «sequía invernal», tiene una repercusión directa en la preservación de la naturaleza y los usos tradicionales del lago. «Sin esas aportaciones no es posible realizar las inundaciones del marjal que se vienen haciendo desde tiempos inmemoriales, la llamada perellonà, que constituye el hábitat de invernada de buena parte de las poblaciones acuáticas europeas». Además, «sin inundación ni agua circulante se favorecen las anoxias post cosecha en los arrozales y las consiguientes mortandades de fauna acuática, que empobrece el ecosistema y comprometen gravemente la continuidad de las actividades practicadas desde antiguo como la pesca y la caza y otras actividades no menos importantes, como el turismo».

En estas circunstancias, el ayuntamiento no considera aceptables ciertos planteamientos del Plan Hidrológico Nacional. A su juicio, resultan insuficientes los 30 hectómetros cúbicos que prevé el vigente plan, de los cuales 22 están vinculados a la modernización de los regadíos y la mejora del arrozal y 8 que serían limpios del Júcar.

Su propuesta, a tenor de las necesidades, es mucho más ambiciosa. Considera prioritario incluir en el próximo plan de cuenca «una reserva/asignación expresa de 70 hectómetros cúbicos anuales de máxima calidad».

Así mismo, exige la entrada en funcionamiento de las infraestructuras que fueron declaradas de interés general en el Plan Hidrológico Nacional vigente, que están pendientes desde el año 2015 y que evitarían la entrada de aguas residuales procedentes de la concentración urbana e industrial de la periferia norte de lago. Entre esas infraestructuras figura la reordenación de la red hidráulica de l’Horta y la red de saneamiento del área metropolitana de València. Se estima que se han dejado de invertir 83 millones de euros.

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