El cielo de València se convirtió en una gran nube azul y amarilla. Que está llamada a convertirse en una de las imágenes de la fiesta. Si no la que más. Desgraciadamente. Las Fallas y la Pirotecnia Tamarit hicieron suyo el grito de «No a la Guerra» con un disparo lleno de simbolismo y lleno de intrahistoria.

Primero fue la fallera mayor, Carmen Martín, quien abanderó el grito con la lectura de un manifiesto. También es una imagen para la historia por la contundencia de la forma de pronunciarlo. «Amb tot el que està passant en el món, les Falles no podem mirar cap a altre costat. Hui, volem demanar que l’únic esclat que hi haja en el món siga el de la pòlvora dels castells i mascletaes. Per això guardarem, en senyal de respecte, un minut de silenci. Hui és Ucraïna però siga on siga, No a la Guerra».

Pero es que había mucho más: la pirotecnia está regentada por Daniel Tamarit (de ahí el nombre) mano a mano con Vicente Carsí. Su relato es escalofriante: «Habíamos ido a la boda de una de nuestras hijas y nos pillo allí el inicio de la guerra. Empezó dos días antes de la boda. Tuvimos que salir huyendo y gracias a la embajada de España y el trabajo tan fantástico de los Geos hemos podido volver. Pero mi mujer ha vuelto inmediatamente después a la frontera de Polonia porque está en Juntos por la Vida y como domina el polaco, ruso y ucraniano, su presencia es absolutamente indispensable». Entre lágrimas no dudaba en recordar la necesidad de ayudar a la ONG y al conflicto en general. De hecho, hay comisiones que ya han empezado a moverse en ese sentido.

Mucha, muchísima gente. Es sábado y es día típico de venir desde poblaciones. Y es probable también que no pocos acudieran pensando que el disparo dominical, si no cambian mucho las cosas, no podrá celebrarse: hay un cien por cien de posibilidades. Y el lunes no está mucho mejor.

El disparo estuvo muy bien, cumplido en todos sus aspectos. Pero es lo de menos. Bastó con la sinfonía en amarillo y azul para dar la vuelta al mundo

Nada más empezar el disparo de la Pirotecnia Tamarit, de Alfarrasí, los cielos se llenaron con una nebulosa que representa la bandera y que fue especialmente agradecida por los ucranianos y simpatizantes de la causa que acudieron a la plaza. La fallera mayor leyó un manifiesto contra la guerra y el palco hizo el signo de la victoria. fotos de miguel ángel montesinos