La ciudad se prepara para la "nit de la cremà", un evento que los valencianos han normalizado pero que supone la presencia del todo extraordinaria de más de 600 "incendios controlados" en las calles, contando los monumentos grandes y los infantiles, describe el concejal de Seguridad Ciudanana, Aarón Cano. Mañana por la noche habrá un operativo de 240 bomberos y 83 vehículos movilizados para la "cremà", junto con 200 policías locales. Los bomberos vigilarán que los monumentos, empapados por el agua tras días de lluvia casi incesante, quemen y caigan de manera correcta.

Una de las complicaciones de la "cremà" este sábado será precisamente el inicio del fuego. Tras una semana de viento y lluvia los monumentos están muy mojados. Los bomberos han pedido precaución a las comisiones con el uso de acelerantes de la combustión en combinación con la pirotecnia para el encendido de los monumentos falleros.

Las llamas, un año más, reducirán a ceniza los monumentos para que todo vuelva a empezar. Antes los bomberos han inspeccionado 181 fallas consideradas de "riesgo" por la proximidad del arbolado, de las fachadas, del cableado o por la cercanía de monumentos. Este año se han evaluado daños y desperfectos por la lluvia y el viento que pudieran afectar a la combustión de las creaciones falleras. No se han registrado incidencias destacables más allá de casos puntuales en los que ha sido necesario apuntalar algunas estructuras.

Más que por la lluvia la "cremà" este año puede complicarse por el viento, un problema para los bomberos encargados de vigilar los colosales monumentos de la sección de Especial situados en calles y plazas estrechas como ocurre con las fallas del Pilar o Convento Jerusalén, donde los edificios están a pocos metros, lo que obliga a proteger las fachadas y refrescarlas continuamente con las mangueras de agua. Este año se han protegido para la "cremá" 105 monumentos.

Las 384 fallas grandes repartidas por toda la ciudad arderán de manera escalonada de modo que los bomberos puedan dar abasto. Empezarán a quemarse a las 22 horas y las últimas se prenderán a la 1 de la madrugada.

Tras la "cremà" la limpieza

Como marca la tradición, la falla de la plaza del Ayuntamiento, la "oficial", será la última de su categoría en arder, a las 23 horas, antes lo hará la ganadora de sección de Especial de este año, Convento Jerusalén, que se quemará a las 22:30 horas.

La decisión de adelantar la cremà a las 22 horas "ha sido un gran acierto", asegura Aarón Cano porque permite concluir antes el operativo especial. "Los bomberos no pueden irse hasta que no se termina de quemar la falla y había años que acababan a las 5 de la madrugada, lo que a su vez complicaba las labores de limpieza posteriores para que al día siguiente todo esté como si no hubiera pasado nada".

Cano se muestra satisfecho, hasta ahora, del desarrollo de la fiesta. "Ha habido sanciones de la policía porque esto es una fiesta popular que se vive en la calle pero la situación ha sido en general buena".