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La vicealcaldesa propone aplicar la tasa turística a los cruceros y apartamentos turísticos

Defiende la aplicación del gravamen en actividades que no generen empleo o sean contaminantes "para compensar"

Cruceristas llegando al puerto de València

La vicealcaldesa, Sandra Gómez, ha abogado hoy por aplicar la tasa turística de manera selectiva para aquellas actividades "que no generan empleo y en cambio tienen externalidades negativas para la ciudad". En este sentido ha propuesto que se aplique a los cruceros porque es una actividad que tiene "poco impacto económico y en cambio presenta una externalidad negativa que es la contaminación que debe ser compensada con la tasa". Además de los cruceros la vicealcaldesa socialista defendió aplicar el tributo también los apartamentos turísticos.

"Es un tipo de alojamiento que no tienen el mismo impacto económico en el mercado laboral menor que otras actividades como un hotel", ha asegurado Gómez tras las críticas que ha recibido el ayuntamiento por la nueva ordenanza municipal que permitirá destinar una vivienda a alojamiento vacacional durante 60 días al año y que ha generado protestas de la Federación de la Asociaciones de Vecinos que advierten de la turistificación de los barrios, desde el centro histórico hasta Russafa o el Cabanyal.

No estamos a favor de aplicar una tasa lineal porque "cada destino es distinto". Cada ciudad sabe qué actividades deben gravar y cuales deben quedar exentas, ha añadido Gómez en defensa de la autonomía de los ayuntamientos para elegir la aplicación de la tasa turística y en qué sectores.

Los socialistas valencianos votaron finalmente a favor en julio de la tramitación de la proposición de ley de la tasa turística, que consiste en incorporar un gravamen a las pernoctaciones en alojamientos turísticos. La aplicación de la tasa turística será una decisión voluntaria de cada municipio y tiene una moratoria hasta 2024 para su puesta en marcha.

Gómez valoró que haya salido adelante la propuesta que hizo el PSPV a nivel autonómico y local para que la tasa turística sea un impuesto municipal que los ayuntamientos podrán aplicar con autonomía.

En relación a la capital, la vicealcaldesa aseguró que València tiene capacidad para aplicar la tasa en actividades que tienen un impacto económico más limitado para la ciudad. Una postura en sintonía con la que mantiene el alcalde, Joan Ribó, de Compromís que ya ha anunciado que la aplicará cuando acabe la moratoria, al contrario de lo que anuncian la mayoría de alcaldes socialistas que rechazan abiertamente la tasa.

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