El Agujero de la Vergüenza ya es historia. Las obras del PAI de Agustín Lara han terminado por derribar el muro de las viviendas abandonadas que taponaban la conexión entre dicha calle y la de Baeza, y que llevaron en su tiempo a abrir un hueco en la piedra para poder transitar de una a otra.

Las calles, ya expeditas PSOE

Tras años y años esperando que llegara una solución, se pudo en marcha la reurbanización de todo el entorno. Y tras caer todos los bloques de viviendas degradadas de la Avenida de la Constitución, ha llegado el momento de derribar el emblemático punto negro -se había retrasado por la aparición de amianto en la vivienda-.

La concejala de urbanismo, Sandra Gomez, con los vecinos PSOE

El derribo ha sido recibido con algazara por el vecindario e incluso alguno se ha llevado trozos de cascote, como si del Muro de Berlín se tratara. De hecho, es un auténtico objeto histórico para Orriols.