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Tomás diseñará el PAI del Grao tras retirar la denuncia que puso al ayuntamiento por no pagarle el anterior diseño

La empresa municipal Aumsa y el despacho llegan a un acuerdo económico para ajustar el proyecto cuyo coste superará el millón de euros

Figuración del nuevo PAI del Grao con menos asfalto y un circuito biosaludable

El despacho del arquitecto José María Tomás Llavador volverá a reformular el PAI del Grao adaptándolo a la nueva propuesta que presentó en marzo pasado para el último gran sector urbanizable de la fachada marítima la concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, en la que desaparece la prolongación de la Alameda, se reconvierte en "circuito biosaluble" el trazado de la Fórmula 1 y se concentra la edificabilidad, quitando además residencial y añadiendo terciario. Una propuesta que además contemplaría como solución transitoria un cajón ferroviario para sortear las vías del tren entretanto se aprueba la prolongación del túnel de Serrería.

El consejo de administración de la empresa pública Aumsa aprobó el martes encargar a la misma UTE que realizó en 2011 el proyecto de urbanización del Grao que redacte la nueva versión del plan urbanístico. El ayuntamiento encargó hace una década a la UTE formada Typsa y Áreas de Ingeniería y Arquitectura (Tomás Llavador Arquitectos) la redacción del plan urbanístico del Grao por 976.000 euros, cantidad que la empresa no llegó a cobrar íntegramente porque Aumsa nunca aprobó el diseño. La ingeniería y Tomás Llavador, a los que solo se abonó el 15% del contrato, demandaron en 2020 al ayuntamiento para reclamar la cantidad estipulada en el contrato al entender que la paralización del plan por parte del consistorio y su empresa pública no les es imputable ni extingue su derecho al cobro de la totalidad del contrato.

Tras varios meses de negociación, Aumsa ha alcanzado una acuerdo extrajudicial con el arquitecto para que redacte el plan incorporando las últimas modificaciones, esto es, los ajustes de la edificabilidad residencial y terciaria, la eliminación de la prolongación de la Alameda y un nuevo depósito de tormentas. Un trabajo por el que el ayuntamiento abonará 98.000 euros (sin IVA) más al contratista, que junto con las cantidades pendientes de cobro eleva el coste de la redacción del proyecto de ejecución de la urbanización del Grao a más de un millón de euros, una cifra de récord por este tipo de encargos en la ciudad.

El PAI del Grao es una bolsa de suelo estratégica en el frente marítimo lastrada por las cargas urbanísticas, en especial, el soterramiento de las vías del tren y el ruinoso circuito de la F1 lleva años paralizado. El anterior gobierno del PP ya encargó a José María Tomás la fusión de las dos propuestas ganadoras (Nouvel y GMP) del concurso de ideas convocado con motivo de la Copa del América para la ordenación de este sector. La fusión de propuestas dio lugar a un sector con rascacielos y un gran delta verde donde el circuito de F1 se aprovechaba como viales del propio sector, con el objetivo repercutir como cargas urbanísticas el coste de la obra (45 millones de euros). La negativa de los propietarios del suelo a asumir el coste del circuito ha mantenido durante años bloqueado el sector. El nuevo gobierno del Rialto alcanzó un acuerdo el año pasado con los dueños del sector para repercutir solo una parte del coste del circuito.

El PAI del Grao se reformulará ahora otra vez para adaptarlo a los planteamiento del nuevo urbanismo sostenible renunciando a las grandes infraestructuras del tráfico en aras de renaturalizar al máximo esta bolsa de suelo estratégica del frente litoral y generar un nuevo barrio de "15 minutos" con dotaciones, vivienda pública (un 20%) y donde sus habitantes puedan vivir y trabajar.

La concejala de Desarrollo Urbana confía en tener aprobado antes de acabar la legislatura el planeamiento del Grao, donde también se renunció a los canales navegables previstos por Nouvel, que disparaban aún más los costes de urbanización del ámbito. El nuevo diseño presentado en marzo al que ahora Tomás y Typsa deberán dar forma buscar crear "un verdadero delta verde" en el que el jardín del Turia "invada" la Alameda, que a partir de la rotonda del puente del Azud de l’Or podrá reducir su sección y convertirse en un paseo ajardinado, quedando como una calle residencial para dar acceso a comercios y residentes, ha detallado la concejala de Desarrollo Urbano.

Paralizado por discrepancias políticas

Para conectar la Alameda y la avenida de Francia con el Grao se mantiene la idea de construir un cajón sobre las vías del tren y un paseo peatonal como solución "provisional" en espera de la prolongación del túnel ferroviario de Serrería, un proyecto del que se han estudiado varias soluciones y que sigue en espera de aprobación por parte de Adif. El paseo elevado sobre las vías del tren se inspira en parques como el exitoso High Line de Nueva York y es una de las propuesta que Tomás Llavador introdujo en su propuesta que quedó aparcada por las discrepancias surgidas con el alcalde, Joan Ribó, de Compromís que defendió la gestión directa del sector por parte de Aumsa y una reformulación de todo el ámbito, donde hay prevista la construcción de 2.500 viviendas con torres de entre 20 y 40 alturas.

La renuncia a la prolongación de la Alameda ha suscitado debate entre los urbanistas que consideran que la Alameda debería llegar hasta el mar. Ciudadanos también ha criticado esta semana que el nuevo planeamiento contemple la solución provisional del cajón ferroviario para salvar las vías del tren. Fuentes de Desarrollo Urbano recalcaron que el ayuntamiento no va a renunciar a la prolongación del túnel de Serrería.

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