El mercado "gourmet" de Colón no quiere al lado un mercadillo de agricultores

Apoyan la venta de frutas y hortalizas de proximidad pero «en otro sitio» y reclaman su traslado. La frutería, la pescadería, la charcutería y la carnicería del recinto cerrarán el martes en protesta

Cafeterías y mercadito "vintage" del Mercado de Colón

Cafeterías y mercadito "vintage" del Mercado de Colón

Los mercados de fruta y verdura de proximidad donde los agricultores venden directamente sus productos de la huerta llegan con polémica a l'Eixample, uno de los cuatro puntos de la ciudad donde estos mercadillos ambulantes que buscan apoyar al productor local se han convertido en fijos, un día a la semana. Benimaclet, Malilla, Castellar-Oliveral son los otros tres emplazamientos elegidos por Ayuntamiento de Valencia, gobernado por Compromís y PSPV, para comprobar cómo funciona la iniciativa contra la que se han rebelado los vendedores del Mercado de Colón, al lado del cual se instalará el próximo 28 de marzo el mercadillo de fruta.

La instalación de los puestos ambulantes de fruta y verdura no es bien recibida por los vendedores del pequeño mercado gourmet que funciona desde hace años en el sótano del mercado modernista donde hay una pescadería, una carnicería, una charcutería y una frutería. La Asociación de Mercaderes del Mercado de Colón ha convocado para el próximo martes una protesta en rechazo al mercado de proximidad que se ubicará en la calle peatonal Martínez Ferrando. Aseguran que el mercado de huerta supone una "competencia desleal" para ellos y para mostrar su rechazo cerrarán el próximo martes por la mañana. Les respaldan, afirman en un comunicado, la Asociación de Vecinos de l'Eixample-Plan del Remei, la Asociación de Comerciantes del Centro Historico, la Confederación de mercados municipales (Confemercats) y la patronal autonómica del comercio (Confecomerç)

Género de la frutería del Mercado de Colón

Género de la frutería del Mercado de Colón

Tomates a 15 euros y un pimiento a 2,7 euros

"Apoyamos los mercados de proximidad pero no aquí", asegura el presidente de la asociación, José Manuel Manglano, quien apunta que el barrio "no necesita este tipo de mercados porque quien quiere comprar más económico puede ir a Consum". Admiten que sus precios son más elevados, porque ofrecen un producto de gran calidad. Insisten en que no son el "mercado de los ricos". "Somos currantes", algunos como la dueña de la frutería cuarta generación de vendedores del mercado. La frutera asegura que no puede competir en precios con el mercadillo de agricultores impulsado por Joan Ribó porque su clientela pide productos de calidad muchas veces sin mirar el precio. Los tomates raf se vendían ayer en la frutería de Colón a 15 euros el kilo, a 10 la fresa, a casi cuatro el kilo de alcachofas y a 2,7 euros un pimiento rojo.

El Mercado de Colón a diferencia del resto de mercados municipales no depende de la Concejalía de Comercio sino de la empresa municipal Aumsa, que también gestiona el aparcamiento subterráneo. El de Colón es un mercado singular, no solo por su ubicación, en el corazón del exclusivo barrio del Pla del Remei, sino por el concepto en sí de mercado y por las tasas que pagan los vendedores, mucho más altas que en el resto de mercados municipales.

Puesto de fruta del Mercado de Colón

Puesto de fruta del Mercado de Colón

Este antiguo mercado modernista, construido en 1916 por el arquitecto Francisco Mora y declarado Bien de Interés Cultural, fue rescatado de la ruina y rehabilitado hace dos décadas por el gobierno de Rita Barberá con el objetivo de convertirlo en el "Covent Garden valenciano". Como el famoso mercado londinense el de Colón cuenta con restaurantes y cafeterías con amplias terrazas, algunas tiendas de regalos y artesanía y desde hace un tiempo con un mercado de ropa, joyería y muebles "vintage" que funciona una semana al mes y que le ha dado nuevo atractivo al espacio. En el sótano funcionan varios restaurantes y el mercado de alimentación y productos "gourmet". Como en el covent garden, donde también se ha abierto espacio a la venta directa de productos frescos de agricultores locales, en Colón se podrá ahora comprar fruta y verdura fresca a un precio más asequible.

Los vendedores del mercadito "vintage" de Colón no ven con malos ojos la llegada del mercado de fruta y hortalizas. "No suponen competencia para nosotros, atraerá clientela", aseguran. Les preocupa que el mercado de producto fresco les pueda quitar el emplazamiento, en el centro del mercado modernista, y apuntan que es necesario apoyar al agricultor y que una día a la semana no "puede será perjudicial para los vendedores".

Todo lo contrario opina un grupo de amigas que estaba ayer en una de las terrazas del mercado de Colón. "Va a destrozar a los vendedores", aseguraba una de ellas. "Con lo bonito y tranquilo que está el mercado, no veo ninguna necesidad", apuntaba. "Primero serán los puestos de fruta y luego los de bragas", sentencia otra.

El mercado de fruta y verdura de Benimaclet

El mercado de fruta y verdura de Benimaclet / Hortensia García

En Benimaclet "ha sido un éxito"

El primero de los mercadillos de fruta se montó el sábado pasado en Benimaclet y "fue un éxito", aseguran fuentes de la Asociación de Vecinos de Benimaclet. "En esta barrio hubo un mercado fijo semanal de fruta y verdura que cerró en 2010". Era una reivindicación de los vecinos por lo que no ha habido protestas de los comerciantes.

La aceptación, aseguran los agricultores que venden en estos mercados, "ha sido hasta ahora muy buena", asegura David Civera, agricultor de Museros, que vende sus alcachofas a dos euros el kilo, esto es, la mitad de lo que cuestan las de Colón. "Es una buena iniciativa porque reduce los costes de distribución y es bueno tanto para el vendedor como para el compradores". "La asistencia hasta ahora ha sido abundante y solo espero que se consolide y se convierta en clientela habitual".

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Los mercados de huerta ya han sido sentenciados por el grupo municipal del PP, cuya líder y candidata a la alcaldía, María José Català, ya ha anunciado que los eliminará si gana las elecciones. El PP se sumará a la protesta de los vendedores del Mercado de Colón por la puesta en marcha de la "tira de contar" junto a este recinto municipal que eliminarán porque "ha nacido con la oposición de los comerciantes y sin consenso". Si se mantendrán las que funcionan en Mercavalencia pero no las que entrar en competencia con los mercados y comercios de nuestros barrios.

El concejal, Santiago Ballester asegura que las tiras de contar “son una competencia desleal con aquellos que tienen puestos abiertos en los mercados así como en tiendas en nuestros barrios donde se venden productos del campo. Por ello, nuestra apuesta ha sido siempre que existen más de 200 puestos libres en los mercados municipales donde podrían vender sus productos los agricultores en las mismas condiciones que el resto de vendedores”.

El concejal de Agricultura, Alejandro Ramón, por su parte insiste en que los mercados de proximidad en ningún caso van a suponer una competencia desleal con el comercio local y calificó de "incoherentes" las declaraciones de Catalá.