Los conductores de la EMT acuerdan denunciar al Ayuntamiento por los buses del centro

Los chóferes rechazan el regreso de las siete líneas al corazón de la ciudad en fechas navideñas y "sin un aval técnico"

La línea C1 tuvo que modificar ayer su recorrido por las aglomeraciones del casco histórico en día festivo

El comité anticipa una merma del servicio y accidentes graves en los puntos más transitados por peatones

La empresa organiza hoy a las 10 horas un recorrido sin pasaje para valorar los riesgos de las nuevas rutas

Dos autobuses en un semáforo de la calle Marqués de Sotelo con la calle Xátiva

Dos autobuses en un semáforo de la calle Marqués de Sotelo con la calle Xátiva / Miguel Angel Montesinos

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Los cinco sindicatos que integran el comité de empresa de la EMT han acordado denunciar al Ayuntamiento ante la Fiscalía de Seguridad Vial por el riesgo de devolver siete líneas de autobuses al centro histórico de València, alertando de que la reestructuración de estas rutas conlleva un “posible peligro de accidentes graves, atropellos y frenazos que pueden causar incluso muertes en la plaza del Ayuntamiento, plaza de la Reina, calle San Vicente o calle de la Paz”; es decir, “zonas peatonalizadas, sin bordillos ni separación específica para peatones”. 

El acuerdo suscrito de manera unánime por los representantes de los conductores se trasladará ahora al abogado del comité de empresa para que estudie la viabilidad de llevar ante los tribunales al Ayuntamiento o, en su defecto, a la dirección de la Empresa Metropolitana de Transporte. “Nos metemos en esta guerra porque creemos que es necesario. Es el sentir de todo el colectivo”, manifiesta Gregorio Rabadán, presidente del comité. “A mí los compañeros me vienen constantemente a decirme que cómo consentimos esta animalada”

"Los compañeros vienen constantemente a decirme que cómo consentimos esta animalada”

Se refiere Rabadán a una remodelación de recorridos que se hará efectiva el 12 de diciembre. Tal como anunció la alcaldesa María José Catalá en octubre, el próximo martes regresarán al corazón de la ciudad las líneas 4, 11, 16, 26, 31, 32 y 70. Las 4, 11, 31, 32 y 70 se suman a la C1 y discurrirán por las calles La Paz y San Vicente hasta la plaza del Ayuntamiento. Y tanto la 16 como la 26 llegarán por la calle la Paz hasta Poeta Querol. Además, las líneas 4 y 32 tendrán parada en la plaza del Ayuntamiento, mientras que el resto simplemente circularán por ella. Finalmente, la remodelación del tráfico del centro histórico incluye la eliminación de un carril bus de la calle Colón para ganarlo al tráfico privado.

“En el colectivo hay mucha alarma y desde el primer momento nos ha parecido una irresponsabilidad devolver tantas líneas al centro. Tal como está planteado el urbanismo actual no tiene sentido que entren 600 nuevos autobuses al día. No solamente creemos que el paso por ahí supondrá un grave riesgo para los peatones y para nosotros mismos, además va a ralentizar las líneas y daremos un peor servicio a los barrios periféricos. Habrá momentos en que pasar por el centro te pueda costar de 15 a 20 minutos”, explica el presidente del comité de empresa de la EMT. 

"No sabemos cuál será el compromiso con sus votantes, pero con la seguridad ninguno"

En este sentido, los conductores rechazan la medida –de inminente aplicación y para la que ya se ha iniciado la campaña “A un Bus del Centro”– apoyados en dos argumentos fundamentales: no responde a un criterio técnico y no es el momento. Por un lado, los conductores aducen que ningún informe comercial o de cualquier otro tipo ha avalado la vuelta de los buses al centro. “Es una decisión totalmente política”, resumen. “La red estaba diseñada para 330.000 pasajeros máximos y vamos ya por los 400.000, de modo que la medida tampoco se explica por la pérdida de pasaje. La gerencia se ha cerrado en banda a negociar con el comité. No sabemos cuál será el compromiso adquirido con sus votantes, pero con la seguridad y el servicio, ninguno”, lamentan. 

Respecto al momento elegido, los chóferes consideran que el regreso de estas rutas debería haberse planteado de manera “más reposada”, en fechas valle sin tanto movimiento peatonal. En la plaza del Ayuntamiento ya se ha colocado la pista de hielo, donde es habitual que se organicen colas; y las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina. “Es el peor momento para meter nuevos autobuses. Todo esto es de una improvisación tremenda”, insiste Rabadán, que justifica la alusión a los accidentes mortales recogida en el documento del comité: “Ya tuvimos una experiencia con el anterior gobierno cuando pusieron el doble sentido en Avenida del Oeste y se dieron varios accidentes mortales. La gente tiene una costumbre y si de golpe le metes siete líneas de buses donde no los esperan puede ocurrir esto”.

Algomeraciones y desvío de ruta

La prueba, dicen, fue el encendido de luces del pasado viernes 1 de diciembre, cuando un autobús de la línea C1 terminó inmovilizado por una muchedumbre. “Es mejor que se lie y puedas parar el autobús a un escenario donde se vaya cruzando gente y corras el riesgo de atropellarla. Según nos dijo el jefe de operaciones, el caos en el encendido navideño ocurrió porque nadie les avisó del evento y no tomaron ninguna precaución al respecto”, cuentan. 

Pero la del día 1 no fue la única incidencia de estas características. Sin ir más lejos, la línea C1 tuvo que modificar ayer por la tarde su recorrido debido a la aglomeración de gente, coincidiendo con la festividad de la Constitución. El recorrido de la línea que recorre el centro histórico y pasa por la plaza del Ayuntamiento se tuvo que desviar por Poeta Querol para evitar la masificación.

Los grupos de la oposición en el consistorio (Compromís y PSPV) no tardaron en reaccionar y advirtieron de que la situación se agravará notablemente con los cambios que entrarán en funcionamiento con la incorporación de nuevas líneas por el centro de la ciudad, cinco de las cuales pasarán por la calle San Vicente y la plaza del Ayuntamiento, que en 2020 se peatonalizó casi por completo, dejando atrás su antigua permeabilidad al tráfico rodado.

Valoración de riesgos

Por todo ello, para anticiparse a este escenario, la EMT realiza esta mañana una jornada de valoración de riesgos con técnicos de la empresa y de la parte sindical en la que se analizarán, entre otras cosas, las deficiencias en ruta y las paradas, los giros conflictivos y los puntos negros con mayor peligro de siniestralidad. Una valoración de la que saldrá un informe que debe servir para ajustar las rutas antes del 12 de diciembre. Aunque el comité avisa: “La valoración es a las 10 de la mañana sin el volumen de tráfico que suele haber por esas zonas. La prueba no es fiable”.