Un arquitecto experto en Goerlich catalogará los restos de la "tortada"

Javier Hidalgo Mora, que restauró el Palacete de Burgos (la Casa del Doctor), otra obra destacada del arquitecto, se adjudica el contrato

Un arquitecto experto en Goerlich catalogará los restos de la «tortada»

Un arquitecto experto en Goerlich catalogará los restos de la «tortada»

La plaza del Ayuntamiento diseñada por el arquitecto Javier Goerlich fue la imagen de la ciudad desde el año 1933 hasta 1963, cuando se derribó. Más de 60 años después, el nuevo gobierno municipal, con Mª José Catalá a la cabeza, quiere recuperar está construcción cuyos restos (bancos, fuentes, balaustradas, pavimentos y columnas), que carecen de protección patrimonial, están desperdigados por distintos almacenes y poblaciones del área metropolitana.

El actual concejal de Cultura, José Luis Moreno, anunció en agosto que se recuperarían los restos de aquella plaza sobreelevada con un mercado de flores subterráneo, cuyo recuerdo aún perdura en la memoria de muchos valencianos, para «situarlos en un espacio digno».

La primera licitación para la catalogación de los restos de la plaza quedó desierta en septiembre del año pasado. El ayuntamiento volvió a licitar en noviembre el contrato de «inventario, catalogación, digitalización e intervenciones puntuales de conservación preventiva y curativa de los restos de la ‘tortada’ de Goerlich y la valoración de la propuesta de recuperación y reubicación de las piezas» con un presupuesto de 133.000 euros. A esta nueva licitación por procedimiento negociado sin publicidad se presentaron tres propuestas. Estudio de Arquitectura SLP; Global Geomática S.L. e Hidalgo Mora Arquitectura, que ha sido la oferta mejor puntuada en la parte económica y de experiencia profesional.

Se da la circunstancia de que Javier Hidalgo Mora restauró en 2021 el Palacete Burgos, también conocido como Casa del Médico, uno de los edificios emblemáticos que Goerlich proyectó en València. Construido en 1922, de estilo historicista y corte romántico, la silueta del palacete, de propiedad privada, destaca en la avenida del Puerto. Javier Goerlich fue el artífice como arquitecto municipal de la reconstrucción del centro de València entre 1887 y 1972. Diseño las nuevas avenidas donde proyectó los primeros edificios altos de ocho y nueve alturas (todos con ascensor) duplicando la volumetría existente hasta entonces. Goerlich se encargó de la reforma de la plaza del Ayuntamiento, proyectando una gran plataforma con tres fuentes y un mercado de flores semisubterráneo. La plaza duró apenas tres décadas. Fue derribada «pero no mejorada», apunta Sanchis Guarner en «La Ciudad de Valencia», en 1963 para construir una nueva plaza para cubrir las necesidades del coche y la pirotecnia fallera.

La mesa de contratación del Ayuntamiento de València ya ha requerido al despacho de Javier Hidalgo que aporte la documentación necesaria para la adjudicación definitiva por un presupuesto de 105.903 euros.

En colaboración con el Servicio de Patrimonio Histórico y Artístico del Ayuntamiento de València, la empresa adjudicataria deberá acometer el trabajo en un plazo máximo de tres meses y medio, incluida una posible prórroga de un mes, a partir de un estudio previo realizado en marzo de 2021 por la Sección de Investigación Arqueológica Municipal (SIAM).

El estudio del servicio de arqueología constata la existencia de una docena de emplazamientos donde se conservarían restos de la tortada, que fue desmontada con cierto orden, numerando cada pieza, con vistas a una posible reutilización, pero que con los años acabaron desperdigados. Buenas parte de ellos estarían en el solar de Ferrocarrils de la Generalitat de Sant Isidre y en un almacén municipal en Borbotó. La fuente central se encuentra en la plaza situada entre la calle Llano de Saïdia y la avenida de la Constitución, otras cinco columnas del mercado de las flores están en una plaza de la avenida del Reino de València. También han aparecido restos de la tortada en Paiporta, Picanya y Benetusser. Se cree que partes de la plaza fueron a parar a la escalinata del Monasterio de Santa María del Puig. Durante los trabajos de inventario y catalogación no se descartan que aparezcan nuevos hallazgos y se confirme la autenticidad o no de los detectados en el entorno de las Torres de Serranos y Quart, la Iglesia de San Pascual Baylón y en el monumento a Sorolla de la plaza de la Armada Española.

La reconstrucción de la tortada suscita división de opiniones. Para algunos expertos recuperarla íntegramente es misión imposible por la dispersión de las piezas. Lo primero sería averiguar el número de piezas que se han conservado, gran parte de las cuales estarían en el solar de FGV de San Isidro y en el almacén municipal de Borbotó. El arquitecto Miguel de Rey, coordinador del equipo que ganó el concurso de ideas para la reforma de la plaza del Ayuntamiento, a la que el nuevo gobierno tiene que dar el visto bueno, ve factible recuperar algunos restos que tengan interés como arqueología urbana y ubicarlos en algún lugar de manera digna. «No sé si tanto como plaza o como fragmentos de memoria histórica».

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