Ciclosferia evidencia el hambre de la ciudad por el uso de la bicicleta

Miles de personas acuden a la última jornada de la feria de la movilidad sostenible, a la que el ayuntamiento promete no dejar de fomentar pese al debate suscitado tras el cambio de gobierno

Moisés Domínguez

Moisés Domínguez

Ciclosferia cerró sus puertas el domingo a primera hora de la tarde bajo el lema «sólo faltan doce meses», en alusión a la próxima edición. Después de tres jornadas intensas, la organización se mostraba satisfecha por el volumen de visitas y, sobre todo, por la sensación, tal como aseguraban, de que «la salud del mundo de la bicicleta en València no baja. Ha sido un éxito de convocatoria y de expositores», entre los que este año se ha sumado la firma Orbea, algo que se considera un éxito por lo emblemática que es en el mundo pedalista. 

La muestra ha permitido durante tres días -dos para el público en general, las jornadas de sábado y domingo- contemplar la evolución de los vehículos a dos ruedas. Y lo que viene a evidenciarse es la cada vez mayor sofisticación. El mismo recorrido que tuvieron en su día los corredores a pie lo tienen ahora aquellos que emplean la bicicleta tanto para la práctica deportiva como para el día a día. Si fuera por aparatos cada vez más sofisticados, sería lo de menos. Ahora se busca el último grito en accesorios, en cascos, en aceites lubricantes, revistas especializadas, indumentaria, sistemas de alquiler o lugares para visitar a base de pedales. Junto a ello, tutoriales de mecánica básica para solventar averías, juegos, concursos y actividades infantiles. Incluyendo, como remate de la jornada de clausura, la tómbola, en la que se rifaron dos bicicletas. 

Promesas municipales

Acudió el nuevo concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, quien ya en la previa aseguró que «València cree en la bicicleta y vive la bicicleta. Nosotros debemos seguir potenciándola». Todo ello, después de la alarma sembrada el pasado año cuando, al poco del cambio de gobierno, se eliminó un carril bici en San Isidro, transformándose en ciclocalle. Desde entonces continúan en funcionamiento algunas de las vías que se había anunciado que se revisarían o eliminarían, como las de Fernando el Católico, Pérez Galdós y Reino de València, en su momento ésta muy criticada por el entonces partido de la oposición y se han seguido construyendo las previstas. Ahora, por ejemplo, la calle Jesús está levantada para construir la segunda parte de su eje que llega hasta el Mercado, y que tiene su reverso en el de la calle Cuenca, proyectos heredados de la anterior legislatura. El tiempo dirá cual es la estrategia de futuro. 

Marcha ciclista con poca participacion

La Feria estuvo acompañada en su jornada de clausura por una pequeña marcha ciclista que partió de la Alameda -sin entorpecer a la Volta a Peu, pues la concentración fue en la fuente en el extremo opuesto a la meta-. A pesar de todo, fue menos de un centenar el número de bicicletas que pasearon, protegidos por la Policía Local, hasta el puerto, donde se respiró un ambiente ciclista absoluto.