¿Qué hace un autobús de la EMT en ruta por La Habana?

La empresa municipal de València lleva décadas donando convoyes a países donde las necesidades de transporte público no están cubiertas

¿Qué hace un autobús de la EMT en ruta por La Habana?

L-EMV

Claudio Moreno

Claudio Moreno

Si piensas ir a La Habana, estos son algunos tesoros que no te puedes dejar pasar: la catedral de arquitectura desigual, el capitolio inspirado en el de Washington, los libros viejos de la Plaza de Armas, el retrato del Che en el Ministerio del Interior y… el autobús de la EMT en ruta al Hospital de la Fe. 

En los últimos días se ha viralizado en redes sociales el hallazgo de un valenciano, que se topa con el convoy de la línea 8 cuando camina por las calles de la capital cubana. “Vas andando tranquilamente por La Habana y de repente dices, hostia, pues nada, voy a pillar el 8, que me lleva ahí a la Fe”, dice riendo el usuario de Tik Tok. 

Uno de los buses donados por la EMT de València

Uno de los buses donados por la EMT de València / L-EMV

Pero, ¿qué hace el clásico bus rojo valenciano en la ciudad caribeña? La Empresa Municipal de Transportes lleva años donando vehículos para cubrir las necesidades de países con infraestructuras limitadas. En este caso concreto, el Consejo de Administración de la EMT acordó en 2007 exportar seis autobuses retirados de servicio para darles una segunda vida en La Habana y otros tantos para reutilizarlos en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. 

Hasta entonces y desde el año 1993, València ya había donado un total de 114 autobuses a países como Guinea Ecuatorial, Nicaragua, México, Senegal o Palestina. Todos encaminados a cubrir una necesidad mínima de transporte público en zonas que carecen del servicio. 

Buses en Malí y Sáhara

Pero la iniciativa social de la EMT no acabó ahí, y en los últimos años se han venido documentando otras donaciones. En 2017, el exalcalde Joan Ribó se hizo eco de la siguiente acción: “La distancia media que un enfermo recorre en la comuna de Homborí (en Malí, África) para asistir a los centros de salud es superior a los 16 kms. Prácticamente la mayoría se traslada a pie o se ven obligados a pernoctar en casa de algún pariente, lo que supone un coste adicional para familias que sobreviven con menos de un dólar al día”, decía el expolítico de Compromís. 

“Desde EMT València hemos donado un autobús con material escolar, que también trasladará a los chavales de las aldeas hasta el colegio. Quiero agradecer a los trabajadores de la EMT que han aportado material escolar, ropa y juguetes para el proyecto”, decía el valencianista. 

Y hace apenas dos años, el mismo Ribó contó en Facebook que la EMT había destinado un Bus Violeta al Sáhara, para que las mujeres saharauis que viven en los campamentos de personas refugiadas de Tinduf pudieran desplazarse. El Bus Violeta del Sahara fue puesto en marcha por la Confederación General del Trabajo (CGT) de València junto a Ananda Maitreya y Balloona Matata.

El Bus Violeta de la EMT, en los campamentos del Sáhara

El Bus Violeta de la EMT, en los campamentos del Sáhara / L-EMV

De este modo, la empresa municipal explora su vertiente solidaria en países con menos recursos y proporciona un segundo uso a convoyes que están perfectamente capacitados para seguir funcionando. Lo llamativo del “bus cubano” viralizado en redes es que, tiempo después del préstamo, todavía funciona con los colores y la ruta que llevó de origen. València y La Habana hermanadas por la EMT.