Ahora los llamamos superalimentos pero se trata de pilares fundamentales de la gastronomía que han acompañado a la humanidad durante siglos. Algunos de ellos llevan milenios usándose a diario sin que se les haya prestado la atención que ahora tienen. Uno de los más antiguos de la humanidad se lleva usando a diario en la alimentación de muchas culturas desde hace casi 5.000 años.  No será el más antiguo pero los primeros textos sobre su cultivo y su utilización se remontan al año 2.838 a.C. En China se la consideraba uno de los 5 granos sagrados junto al arroz, cebada, mijo y trigo.  Se trata de la soja 

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Asociada hoy en día a las dietas veganas, a las bebidas vegetales y puesta de moda en los 90 por la cultura hippie, la soja es una legumbre que lleva milenios alimentando a Asia. Más antigua que las pirámides de Egipto, entonces poco se sabía de sus virtudes, más allá de que crecía rápido y era nutritiva. Los antiguos chinos utilizaron esta legumbre por su versatilidad y la convirtieron en el pilar de su gastronomía junto con el arroz 

 

Cómo consumir la soja 

Se ha empleado tradicionalmente para hacer aceite o alimentos como lechetofu o brotes de soja. Es una legumbre rica en ácidos grasos esenciales pero muy baja en grasas saturadas. Por el contrario, la soja está llena de proteínas de gran calidad y vitaminas del grupo B y E. Además, la soja posee gran cantidad de hierro, calcio, fósforo, potasio y zinc y está cargada de isoflavonas.  

 

La soja reduce el colesterol y evita la obesidad. Puede consumirse como bebida, como tofu o como legumbre

Beneficios de la soja: el arma contra el colesterol y la grasa 

Es precisamente este aporte de isaflovonas lo que hace de la soja un superalimento. Además de tener muchas proteínas y poder utilizarse en algunas preparaciones, como el tofu, como alternativa a la carne y a la proteína de origen animal, la soja  posee estas isoflavonas que ayudan a reducir el colesterol. 

 

Investigaciones recientes sobre los beneficios de la soja confirman que el consumo habitual de este alimento ayuda a disminuir los niveles del ‘colesterol malo’ y mejora su equilibrio con el ‘colesterol bueno’. Además, la soja también ha demostrado tener propiedades cardiovasculares. Su bajo contenido en grasas saturadas y su acción con el colesterol mejor la salud del sistema vascular y también ayuda a evitar la obesidad y la diabetes. 

 

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Por si todo esto no fuera suficiente, la soja tiene además otros efectos sobre las mujeres. Su alto contenido en isoflavonas ayuda a reducir las molestias de la menopausia al ayudar a mantener más compensados los niveles hormonales.