Hallan restos seminales en la víctima de la violación grupal de la Malva-rosa

El Instituto de Toxicología de Barcelona se limita a analizar una de las doce muestras remitidas por los forenses de València

Los técnicos hallan espermatozoides en la única evidencia estudiada, pero no buscan el perfil genético del dueño o los dueños

La violación grupal se produjo detrás de la autocaravana. Al fondo, la cámara de seguridad de la Guardia Civil que grabó lo sucedido.

La violación grupal se produjo detrás de la autocaravana. Al fondo, la cámara de seguridad de la Guardia Civil que grabó lo sucedido. / Francisco Calabuig

Teresa Domínguez

Teresa Domínguez

Las muestras tomadas por el forense a la víctima de la violación grupal de la Malva-rosa, ocurrida en la madrugada del pasado 27 de octubre en la parte trasera de un cuartel de la Guardia Civil y adelantada en exclusiva por Levante-EMV, han permitido hallar semen, pero, de momento, es una incógnita a quién o quienes pertenecen los espermatozoides detectados.

La razón es que esas muestras fueron enviadas al Instituto Nacional de Toxicología, con sede en Barcelona, que se ha limitado a buscar esperma en una única evidencia, pero no a extraer el perfil genético. Mientras, el resto de posibles indicios biológicos tomados en esta causa están en el laboratorio de ADN de la Policía Nacional, en València, así que, tres meses después, nadie ha podido cotejar las de la chica con las de los cuatro investigados.

Solo analizan una de las 12 muestras

El informe, emitido en diciembre, recoge que el Instituto de Medicina Legal (IML) de València envió 12 muestras tomadas a la joven durante la exploración ginecológica a que fue sometida en un hospital de València apenas dos horas y media después de la agresión sexual múltiple. En el informe se solicitaba identificar "indicios biológicos" en una agresión sexual.

Sin embargo, Toxicología no solo no ha buscado el perfil genético del dueño o dueños de esos espermatozoides, sino que informa a la jueza de que únicamente ha analizado una de las doce muestras y que, tras hallar las células sexuales masculinas en esa evidencia, han decidido detener el análisis, a la espera de que se les pida o no continuar.

Es más, no han analizado las otras muestras ni siquiera después de informar de que en la única que han estudiado, los espermatozoides aparecen "en escasa cantidad". E indican que, puesto que ya se han encontrado en la primera analizada, dejan las otras once "en reserva" para posibles "futuros análisis".

¿Quién hace el cotejo?

Así mismo, informan de una obviedad a la jueza de Instrucción número 11 de València, que lleva el caso desde el inicio, al explicarle que "a partir de las muestras del caso se pueden obtener perfiles genéticos", y deja en el tejado de la magistrada que les envíen las muestras biológicas de los investigados para realizar ese cotejo. Eso sí, según su protocolo -siguiendo una orden ministerial-, y no el que establece una norma de rango superior, la ley orgánica que regula las bases de datos policiales de ADN en España.

De hecho, invoca esta ley para recordarle a la jueza que, si no se realiza la toma de muestras a los sospechosos con sus propios parámetros (los de Toxicología), lo pueden hacer siguiendo el mandato de esa norma superior y que sean los agentes de Científica quien incluya en su base de datos tanto el ADN de los investigados, algo que ya está hecho porque es la Policía quien ha procesado esos marcadores, como el perfil (o perfiles) que obtenga a partir de los gametos hallados en Barcelona.

En todo caso, el hecho de que las muestras tomadas a la víctima estén en el laboratorio de Toxicología y todas las demás recogidas en este caso, en el de la Policía Científica, en València, va a contribuir a ralentizar el hallazgo de coincidencias en el ADN, es decir, en la detección de pruebas incriminatorias contra los presuntos violadores, ya que ahora habrá que procesar las 12 muestras tomadas durante la exploración ginecológica de la chica con el fin de obtener el perfil (o los perfiles) genético y solo entonces podrá (o podrán) ser cotejado con los de los sospechosos.

El menor, detenido y en libertad

Por otra parte, el cuarto investigado por la violación grupal, un menor de edad, a quien los investigadores de la unidad de atención a la familia y la mujer (UFAM) de la Policía Nacional buscaba desde el inicio como uno de los principales implicados en los hechos investigados, ha quedado en libertad tras ser detenido e interrogado en la Fiscalía de Menores hace algo más de dos semanas.

Tal como avanzó este diario, los agentes habían logrado identificar al menor en los primeros días, pero cuando fueron a su domicilio, la familia afirmó que había ido a València y no había vuelto tras aquel viernes, 26 de octubre. Y así ha permanecido, oculto, hasta que poco antes de Navidad, la Policía, a quien su entorno había garantizado que se entregaría, lo arrestó en València. El mismo día del arresto fue llevado a la Fiscalía y, tras prestar declaración, quedó en libertad, pero investigado.