La madre de Jordi: "No quería que se enfadase, se lo llevé para que las cosas no fueran a peor"

La madre del niño de once años asesinado rompió a llorar en su declaración al sentirse culpable porque su hijo no quería ir ese día

José Antonio A. C., el acusado de asesinar a su hijo de 24 cuchilladas en Sueca, se mostró impasible durante la vista oral.

José Antonio A. C., el acusado de asesinar a su hijo de 24 cuchilladas en Sueca, se mostró impasible durante la vista oral. / Miguel Angel Montesinos

La madre del pequeño Jordi, asesinado de 24 cuchilladas por su padre en Sueca, no puede volver atrás en el tiempo a aquel 3 de abril de 2022 en el que, tras las insistentes llamadas de su expareja y maltratador, accedió a llevarle al hijo de ambos para que celebrara junto a su padre su 11 cumpleaños. Pero sí contribuyó ayer con su crudo y doloroso testimonio –a puerta cerrada para evitar su revictimización– a exponerle al jurado la prueba más contundente contra el verdugo de su hijo, los años de malos tratos, desprecios y la crueldad cuando la dejó escuchar al otro lado de la línea de teléfono como mataba al menor, lo cual sustenta tanto la prisión permanente revisable como el móvil de género en este claro crimen de violencia vicaria.

Rota de dolor y todavía con un gran sentimiento de culpabilidad, Dolores explicó que llevó a Jordi ese día para que estuviera con su padre, pese a que recordó con pesar que su hijo no quería ir, precisamente porque no quería que se enfadase su expareja. «Se lo llevé para que las cosas no fueran a peor», confesó, ya que jamás pensó que su hijo corriera peligro, ya que toda la ira su maltratador la dirigía contra ella por haber puesto fin a su relación.

Durante el extenso interrogatorio tuvieron que parar en varias ocasiones para que la víctima pudiera beber agua y recuperara el aliento y las fuerzas para seguir relatando la tragedia. Mientras ella lloraba, el acusado se mostró impasible, frío, como si disfrutara con su dolor, según las fuentes consultadas y que coincide con la actitud demostrada en toda la sesión de ayer.

La mujer también relató los episodios de malos tratos, el desprecio de su maltratador y los insultos. «Me llamaba gorda y siempre me trataba mal», asegura Dolores, cuyo testimonio fue ratificado ayer por su hermano y se espera que hoy sea corroborado también por su amigas y y otros familiares.