Ser fallera mayor era antes una experiencia que se vivía una vez en la vida, pero los tiempos cambian. Casi la mitad de las falleras que mañana sábado se darán cita en el Gran Teatro de Alzira para, como máximas representantes de sus comisiones, participar en el acto de exaltación de la reina fallera, Miriam Boluda, y recibir la banda que lucirán durante las próximas fiestas, ya pasaron por esa experiencia hace justo un año. Ahora repiten por segundo ejercicio en el cargo.

La historia es similar en la mayoría de los casos. La ausencia en la comisión de otra mujer dispuesta a tomar el relevo provoca que, tras un impasse de varios meses, acaben por aceptar que se prorrogue su reinado. No es algo novedoso ya que encontrar falleras mayores e incluso presidentes se ha convertido de un tiempo a esta parte en el principal reto de las comisiones. En los últimos años han sido muchas las falleras mayores que han ostentando el cargo dos y hasta tres veces, aunque fuera de forma alterna, pero esta vez la situación llama especialmente la atención porque son quince las falleras mayores del año pasado que repiten, lo que representa un 43% de un total de 35 fallas. Además, a 48 horas del acto de imposición de bandas Tulell Avinguda seguía ayer sin fallera mayor.

Esta comisión ya vivió una situación similar el año pasado que se solventó pocas horas antes de la presentación de la reina fallera de Alzira ya que, en la misma madrugada del sábado, una antigua fallera mayor de la comisión aceptó repetir por tercera vez. Su presidente, Javier Marín, mantenía ayer la esperanza de conseguirla.

Otras tres comisiones agotan estos días los contactos para encontrar una fallera mayor infantil que, al menos hasta ayer, se resistía, aunque en algún caso se mostraban bastante optimistas. Cabe recordar que en 2009 hubo en Alzira cuatro comisiones que carecían de fallera mayor infantil, algo poco habitual en la ciudad, además de Pare Castells, que no plantó monumento infantil tras suprimir esta comisión al contar con muy pocos niños.

La crisis y la negativa a tener cargas, claves

La crisis económica, por una parte, que provoca que muchas familias no estén en disposición o no quieran afrontar el gasto que representa tener una fallera mayor en casa, y la negativa de la gente joven a asumir obligaciones, por otra, son los factores que presidentes de fallas y directivos de JLF apuntan como principales causas de esta carestía de falleras mayores. "La economía es importante, pero la sociedad ha cambiado. La mayoría de falleras mayores son mujeres de más de treinta años ya casadas porque la gente joven no quiere obligaciones", comentaba el presidente de la falla Tulell.