El presidente de la Unió Musical de Llíria, José Vicente Alcaide, ha denunciado ante la Guardia Civil el ataque que sufrió el pasado lunes por la tarde cuando unos desconocidos lanzaron al menos tres cócteles molotov contra su vivienda e intentaron quemar a su perro.

En ese momento no había nadie en la casa y las bombas incendiarias, que fueron arrojadas desde la calle, no llegaron a impactar contra el inmueble y cayeron en el jardín. Además, y según la denuncia, los atacantes también trataron de quemar al perro de Alcaide arrojándole gasolina encima, pero sin conseguirlo.

Los hechos han tenido lugar en plena polémica por el proceso de derribo del teatro de la Unió Musical para la construcción de un nuevo auditorio, y se registraron dos días antes de que el ayuntamiento diese el permiso definitivo para empezar los trabajos de demolición del edificio.

Ayer Alcaide, muy afectado por lo ocurrido, no quiso relacionar aún la polémica por este proceso, que ha enfrentado a los socios de la entidad musical, con el ataque que sufrió su chalé. Aún así, recordó que en sus más de veinte años al frente de la Unió, nunca había sufrido un ataque físico y menos de estas características. Por el momento la Guardia Civil sigue investigando los hechos y no ha practicado ninguna detención.

El miércoles, la junta de Gobierno del Ayuntamiento de Llíria aprobó la licencia para derribar el teatro, después de que se diese el visto bueno a la descatalogación del edificio para construir un nuevo auditorio. El grupo de socios contrarios a la demolición había logrado forzar una asamblea extraordinaria para que Alcaide explicara el proyecto y se aprobara su gestión. Tras un largo debate en el que ambas partes -la directiva y el grupo crítico- elogiaron el tono "de respeto" en el que se mantuvo, la votación dio mayoría al presidente, ya que se pronunciaron en contra de su dimisión 307 de un total de 584 sufragios, lo que equivale a un 52,5%, mientras que pidieron que dejara el cargo 271.

Por su parte, el grupo municipal del PSPV mostró ayer su oposición a la concesión de la licencia de derribo aprobada el miércoles. Los socialistas han culpado al PP de "fragmentar la masa social unionera" ya que "todas sus actuaciones con relación a este tema, han sido realizadas sin información y sin tener en cuenta a una gran parte de los socios".

El edil del PP, Ángel Civera, se mostró ayer sorprendido ante la postura del PSPV ya que, según afirmó, en la comisión pidieron que la bonificación a la licencia de derribo se presentara de forma conjunta por todos los partidos.