El Codoval, paraje de gran valor ecológico especialmente valorado en la subcomarca de les Valls, está en riesgo si finalmente se aprueba la extracción de áridos proyectada en la zona por el Ministerio de Fomento.

Buena muestra del daño que pueda causar esta actuación en el pulmón de la Vall de Segó es la unanimidad que han encontrado en el Ayuntamiento de Quart de les Valls las alegaciones contra el proyecto de construcción de plataforma del tren de alta velocidad de Levante, que es donde se pretende utilizar el material que se extraiga del Codoval.

La rebelión municipal contra esta actuación se basa en el perjuicio que una cantera de este tipo generaría en el ámbito medioambiental y en los problemas de insalubridad y molestias para los vecinos de les Valls. En este sentido, el resto de los municipios de esta subcomarca de El Camp de Morvedre se ha adherido a la campaña mediante la firma de una manifiesto que rechaza el proyecto.

La protesta va más allá de la esfera política, ya que los vecinos de les Valls están firmando de forma individualizada alegaciones contra una actuación que les dejaría sin la orografía que ha definido la zona. Además, varios colectivos han puesto en marcha una recogida de firmas que pretende dejar de manifiesto la unidad contra esta medida.

El Codoval, tipificado en las normas subsidiarias de Quart de les Valls como zona de especial protección agrícola, alberga, además, tres zonas de yacimientos arqueológicos. Por una parte, se encuentra la Cova de la Collita, ubicada en la parte alta de la loma. Por otra, está la conocida como Necrópolis del Codoval, situada junto a la carretera que une Quart con Benifairó, y finalmente el yacimiento en torno al Pozo de Sant Gil Abad. Estos restos confieren al Codoval un alto valor, no sólo como paraje natural sino, y especialmente, como abrigo de la historia de la subcomarca que podría perderse si la Administración de Infraestructuras Ferroviarias, no reconsidera su postura.

Además de estos condicionantes, el paraje cuenta en su parte alta con una zona de especial protección forestal en la zona de la Creu, donde se encuentra el Aljub catalagado con el mismo nombre. Los excursionistas y senderistas que recorren habitualmente la comarca han podido descubrir plenamente la riqueza del paraje, ya que varias sendas lo atraviesan dejando al alcance del caminante una bonita panorámica.

Otra cuestión a tener en cuenta es que el valle litoral de la Vall de Segó es uno de los parajes protegidos por el catálogo de la Generalitat. Este enclave y su entorno, abrigado por un círculo de montañas con vegetación de bosque mediterráneo cuyo cultivo tradicional de secano reconvertido a la explotación citrícola, es lo que está en juego.