Las peñas cadafaleras de Algemesí celebraron el pasado lunes por la noche su primera ronda de becerradas cadafaleras, cuyo objetivo es el de entretener a la gente y hacer reír al personal con una primera parte graciosa y cómica que los festeros preparan a modo de parodia. Así pues, la plaza de toros de Algemesí pudo ver a un grupo numeroso de gladiadores romanos bailando el mítico "macho man", al "Georgie Dann" algemesinense recordando sus grandes éxitos veraniegos, también se realizó un pequeño homenaje al poco conocido trabajo de los areneros, y se culminó con una peculiar carrera de F1 entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Hasta ahí, no existe modificación alguna entre lo que se presentaba hace quince años y lo que se presenta ahora. Sin embargo, la controversia viene por la segunda parte que conforma la becerrada: la lidia del becerro. Hoy en día, y desde hace ya varios años, ese baño de sangre, se ha visto reducido a dos intentos por parte de los festeros para matar al becerro, de no ser así, la vaquilla es devuelta al corral. Y así fue el lunes. Tanto la peña "Kasidebaes", como la "Vakes Trik Bous", tras una lidia más o menos decente del becerro, lograron matar a la vaquilla dentro del marco legal establecido.

No ocurrió lo mismo con los miembros de los cadafales "La Tinc al Mig" y "Pa l'Arrastre". Los primeros lo intentaron hasta en tres ocasiones, pero ante la imposibilidad de matarla, la vaquilla fue retornada al redil. Con el becerro adjudicado al cadafal "Pa l'Arrastre" ocurrió algo distinto, tras una lidia un poco entorpecida, el "matador" se negó a culminar la faena y pidió el "indulto" de la vaquilla al presidente de la becerrada, Emili Gregori.

El concejal del PSOE, aceptó la petición y el becerro fue devuelto, de nuevo, a su corral. Así pues, tras las continuas denuncias vertidas por algunos partidos de la izquierda sobre el excesivo maltrato del becerro y la defensa de un protocolo que impide la saña hacia la vaquilla, por parte de la comisión taurina, han atemperado las becerradas cadafaleras de Algemesí, que ya no son lo que eran al lograr disminuir la larga agonía que sufría el becerro años atrás y que ya no se produce.