El Ayuntamiento de Alboraia aprobó el jueves por la noche su presupuesto de 2012 -el primero en tres años- y volvió a constatar que su situación económica es mala. El cuatripartito que gobierna desde junio de 2011 se muestra "orgulloso" de haber equilibrado las cuentas -que presentaban un descuadre de 1,5 millones de euros- a fuerza de renegociar obligaciones de pago, subir tasas y suprimir gastos. Pero, por otra parte, reconoce que no puede acabar con el remanente de tesorería negativo de 25 millones de euros.

Este concepto es el resultado de restar lo que hay que pagar (obligaciones) al dinero que se tiene y al que se va a cobrar (derechos reconocidos). Es un indicador básico de la solvencia de una Administración, de su capacidad para afrontar las deudas. En el caso de Alboraia, el gobierno calcula que el consistorio debe 144,4 millones de euros, cifra que el PP rebaja en más de 100 millones ya que asegura que hay conceptos que no se pueden incluir como deuda.

Además de cuadrar las cuentas, con la reducción de los gastos en 1,5 millones de euros se ha logrado incluso obtener un superávit de unos 100.000 euros en este presupuesto que asciende a 15,4 millones. Estos 100.000 euros van a paliar el déficit de 25 millones pero, tal como aparece en los reparos hechos por la interventora, no se ha acreditado cómo pagar las deudas que conforman el remanente negativo, ni tampoco las facturas sin consignar acumuladas y que suman 5,4 millones.

El actual gobierno reconoce que no sabe ni cómo ni cuándo acabará con este déficit, que representa el 156% de los ingresos cuando el límite legal es el 110%. Quizá los créditos del ICO y los ingresos por el IBI ayuden algo, pero sin duda será un proceso lento.