La historia de los parques eólicos de Enguera es la de una continua batalla judicial. Aunque la mayor parte de los más de 75 aerogeneradores proyectados en tres segmentos distintos a lo largo de la sierra de la localidad ya están en funcionamiento y generando electricidad, la sentencia que el Tribunal Superior de Justicia hizo pública en septiembre, declarando la superficie como una zona ZEPA (de especial protección para las aves) ha hecho saltar por los aires la propuesta de la empresa adjudicataria de ampliar la superficie de suelo forestal ocupado para la instalación de nuevos aerogeneradores y a rebajar las perspectivas de oferta de energía eléctrica previstas en el proyecto inicial de ejecución.

El Ayuntamiento de Enguera comienza a asumir que la ampliación difícilmente podrá hacerse realidad, a pesar de que la Generalitat tiene la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Supremo la sentencia del TSJ que anuló la catalogación efectuada por la conselleria en 2009 permitiendo la construcción de "molinos" donde hoy se ubican los tres parques eólicos, al considerar que el gobierno autonómico no tuvo en cuenta la importante reserva de fauna presente en el monte de Enguera. El alcalde de la localidad, Santiago Arévalo, lamentó hace unos días el nuevo auto del Alto Tribunal, emitido a raíz de una denuncia interpuesta por la agrupación socialista local. "Ahora mismo no sabemos qué pasará con la ampliación", indicó a este diario al ser preguntado.

Fuentes del gobierno municipal admiten que la posibilidad es hoy muy lejana y destacan la pérdida de riqueza que supondrá para el municipio. Hoy por hoy, la corporación percibe por el canon de los parques algo más de 180.000 euros anuales de Acciona por la ocupación de suelo forestal. Los aerogeneradores cuentan con una potencia total de unos 100 megawatios.