El Ayuntamiento de la Pobla Llarga acaba de completar la retirada de las antenas de telefonía móvil que estaban ubicadas en zonas públicas dentro del casco urbano. Con ello se pone fin a un proceso que el consistorio ha abordado por iniciativa propia en los últimos años después de que las compañías afectadas hicieran oídos sordos a la petición de retirada que el ayuntamiento les había remitido.

Esta semana, el consistorio ha dado por concluida la retirada con el traslado a un almacén municipal de una de las torres que aún se encontraba en zona pública. Además, el ayuntamiento ha enviado un requerimiento a las compañías Telefónica y Vodafone para que asuman el pago de los 6.836 euros que ha costado la retirada de la estación de telefonía y que el ayuntamiento ha asumido para forzar la retirada, que apoyan todos los grupos municipales, PP, PSOE y EU. Además, el consistorio entiende que como ambas compañías la utilizaban tienen que efectuar el pago de forma mancomunada y por eso les ha enviado factura a las dos.

Paralelamente, el Ayuntamiento de la Pobla Llarga prepara una ordenanza sobre telefonía móvil que incluirá entre su articulado que las antenas no puedan ubicarse dentro del casco urbano ni a una distancia de menos de 100 metros de éste o a menos de 200 de cualquier zona infantil, guardería y colegio.

El consistorio ya ha retirado las dos antenas ubicadas en el antiguo depósito junto a la guardería infantil, pese a la reticencia de las compañías telefónicas que aseguraban que era el espacio más adecuado para ofrecer el servicio. El ayuntamiento propuso las empresas de telefonía que las ubicaran en la Serratella o en el polígono, aunque como no hubo acuerdo, el ayuntamiento que preside Rafael Soler ha procedido a la retirada de las antenas y a depositarlas en el almacén.

Además, el ayuntamiento también tiene previsto revisar si cumple todos los requisitos una antena existente en un emplazamiento particular en el centro de la localidad, cuyo contrato vence en 2024. Ésta es la última antena que queda dentro del casco urbano, según dijo ayer el alcalde, Rafael Soler.

El ayuntamiento lleva exigiendo desde 2007 la retirada de la antena a Movistar y el alcalde asegura que les ha enviado cinco escritos a los que han hecho caso omiso. Las antenas se instalaron a finales de los 90 con gobiernos de EU y PSOE y el alcalde deplora que pese a que las antenas se instalaron con el beneplácito de estos dos grupos, posteriormente, ya con gobierno del PP incluso recogieron firmas para su retirada, que finalmente se acaba de producir estos días.

La retirada de las antenas ha tenido una consecuencia inmediata y es que el municipio se ha quedado prácticamente sin cobertura. "Orange sí tiene y Vodafone y Telefónica, menos", admitió ayer el alcalde, Rafael Soler. Sin embargo, Soler asegura que el problema se solucionará en breve intensificando la señal de las antenas que ahora quedan más próximas al casco urbano. "Si alguien se queja de que no tiene cobertura, yo le propongo instalar la antena en su tejado", ironizó.