El alcalde de Nàquera, Damián Ibáñez (UPdN), nombrará en breve a su quinto jefe de la policía local, en apenas 4 años y 8 meses. El nuevo relevo, tal como señaló el munícipe a Levante-EMV, «no tiene nada que ver con el desafortunado accidente del domingo por el que un agente resultó herido en un muslo».

El oficial destituido llevaba 9 meses en comisión de servicios y volverá a su puesto en Aldaia. No se le renueva el contrato y lo sustituirá otro oficial, que lleva pocos meses en el pueblo, y que será promocionado. Las razones, según argumenta el alcalde, «son profesionales y económicas». «Estamos inmersos en un plan de ajuste que nos impide pagar grandes sueldos a nuestros agentes y oficiales», explicó. Tanto que prefieren marcharse a otros pueblos donde «a igual o menor responsabilidad, cobran más y las horas extras se pagan mejor», matizó Ibáñez. Con todo, la policía local, cuyo concejal responsable es el propio alcalde, ha sido un nido de conflictos constante para Ibáñez y sus gobiernos locales desde 2011. Incluido un amago de huelga a la japonesa, negada por los agentes.

Cuando llegó al cargo, en 2011, Ibáñez aceptó en septiembre la dimisión del entonces jefe porque era el hermano de Ricardo Arnal, exalcalde del PP. «No podía tener en un cargo que exige confianza al hermano de un adversario político», relata. Además, una sentencia del TSJ declaró ilegal en 2013 el nombramiento reiterativo de este oficial como jefe del cuerpo. Su sucesor, que se mantuvo durante dos años en el cargo, estaba estrechamente ligado a otro partido, IVIN, que gobernó con UPdN y PSPV, durante el pasado mandato. Segun Ibáñez, tuvo que destituirlo porque la Delegación del Gobierno le advirtió de que lo denunciaría «si cometía la ilegalidad de volver a contratarlo más allá de 24 meses». Aquella decisión dinamitó el tripartito por parte de IVIN.

Ya en el presente mandato, vino un tercer jefe, ascendido de la plantilla local, que tuvo varios desencuentros con el equipo de gobierno —esta vez ya UPdN y PSPV—, como cuando unos agentes clausuraron una discomóvil organizada por la Corte de Honor por carecer de permisos para celebrarse e impusieron una multa a las chicas, que tramitó el jefe a espaldas del alcalde ante la Conselleria de Gobernación. Ibáñez destituyó al oficial. El cuarto jefe es el que será destituido mañana y el quinto el que lo sustituirá. Ayer, el PP denunció en Facebook «la falta de liderazgo y de diálogo que aqueja al Sr. Ibáñez»; lamentó que se le «está yendo de las manos» la policía y le acusó de «no saber motivar a los agentes» y de «incumplir acuerdos sobre horas extras».