Los arqueólogos Josep Mª Burriel y Juan José Ruiz han sacado a la luz una parte de una villa romana del siglo I d. C., que podría ocupar unos 10.000 m2, en el yacimiento de La Pila de Villar del Arzobispo. El complejo de carácter rústico fue la residencia de un adinerado personaje de la época imperial.

Los restos hallados han permitido a ambos especialistas „directores respectivamente de los museos arqueológicos de Moncada y Chelva„ determinar que esta villa romana contaba con unos baños privados, unas pequeñas termas, cuyo sofisticado sistema de calefacción del agua es similar al de las termas romanas de Mura en Llíria, que son del mismo período y se ubican muy próximas geográficamente.

En concreto, durante el mes de agosto, gracias a la financiación íntegra del ayuntamiento y al permiso concedido por la Conselleria de Cultura, se han excavado unos 100 m2 en esta parcela cuyos propietarios, los hermanos Juan Carlos y José Vicente Muñoz, dieron autorización para llevar a cabo los trabajos.

Hasta 4 salas de baño

Ello ha permido, indican Burriel y Ruiz, «exhumar 4 habitaciones intercomunicadas que pudieron hacer las veces de frigidario (sala de baño frío), tepidario (sala de baño tibio) y el caldarium (baño caliente)». La primera sala cuenta con una pequeña piscina de la dimensiones de un jacuzzi. De la sala caliente sólo se conserva parcialmente el alveus o bañera de agua caliente.

También se han hallado restos del sistema de calefacción de las salas de baño caliente consistente en la construcción de un pavimento apoyado en unos pilares, creando una cámara (hypocaustum) por donde circula el aire caliente procedente de un praefornium que no ha sido localizado.

Esta quinta hallada en la capital de los Serranos reproduce el típico esquema de las villas romanas rústicas pues estaba configurada por tres conjuntos o partes: la pars urbana, donde están los baños exhumados; la pars fructuaria que es la zona donde se localizan las almazaras y lagares para la elaboración del aceite y el vino a partir de la materia primaria cultivada en la propia finca; y la pars rustica donde viven los esclavos. Estas construciones, aunque las hay de tamaño muy diverso, podrían alcanzar un área de 10.000 m2. En cuanto a la cronología, «todo parece indicar que pudo ser fundada a finales del siglo I d. C. por algún personaje con poder económico. También sabemos que la villa fue abandonada y expoliada en la segunda mitad del siglo III d. C.», enfatizan ambos arqueólogos.

Datos de 1948

Esta primera campaña de excavación se ha realizado el mes pasado a partir de la información que había publicado en 1948 el erudito local Vicente Llatas quien ya entonces dijo que existía una casa de campo latina en esta zona. Después, el cronista César Salvo también estudió este yacimiento.

En estos momentos se trabaja en un nuevo proyecto arqueológico y arquitectónico que permita llevar a cabo «una segunda campaña que amplíe la superficie excavada hasta la fecha y consolide las estructuras halladas». En opinión de ambos especialistas, se trata de un conjunto arqueológico «con un extraordinario interés científico» y que refleja claramente «el potencial patrimonial y turístico» que tiene Villar del Arzobispo.

En los trabajos de excavación han participado varios alumnos del último Taller de Empleo realizado en Villar del Arzobispo y un buen número de voluntarios.