Tras el paso de casi un mes en el que los vecinos de la urbanización de la Sierra Perenchiza de Chiva no han tenido agua potable, el alcalde de la localidad, Emilio Morales, se ha comprometido a que en los próximos días el consistorio pondrá una solución provisional a este problema.

El día 5 de noviembre la Conselleria de Sanidad emitió un comunicado en el que declaraba el agua que se estaba suministrando a la población de esta zona como «no apta para el consumo humano, en especial para la bebida por parte de lactantes y mujeres embarazadas, así como preparado de alimentos infantiles». El motivo: superaba el nivel de nitratos autorizado por Sanidad.

Ahora, a finales de mes, Morales ha anunciado que el ayuntamiento instalará en los próximos días unos depósitos de agua con fuente por ósmosis inversa en diversos puntos de la urbanización que garantizarán el acceso al agua potable a los vecinos de la Sierra Perenchiza.

No obstante, se trata de una solución provisional. Según explicó el propio alcalde a los afectados, en estos momentos el pozo que abastece a la Sierra Perenchiza se encuentra al límite, y los técnicos no garantizan que una nueva perforación encuentre agua apta para el consumo humano.

El equipo de gobierno de Chiva baraja varias alternativas. Una de ellas es llevar agua de pozos de Torrent, Pedralba o Gestalgar. La segunda pasa por conseguir líquido del Turia, ya que la unión de municipios de Chiva, Cheste y Godelleta tiene asignados 5 hectómetros cúbicos anuales, pero la infraestructura todavía no se ha construido. Y en esa misma situación se encuentra la tercera vía: la depuradora que se construirá para tratar las aguas de Chiva y Cheste, que se prevé que entre en funcionamiento en 2020.

Morales recordó que la aplicación de estas soluciones «para poner fin a una situación que viene de varias décadas y que afecta a 5.ooo vecinos de Chiva que vivien en urbanizaciones y diseminados no estará lista antes de un año o más porque suponen la construcción de infraestructuras costosas en tiempo y dinero».