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El Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia recurrió de nuevo al trámite de urgencia y sin publicidad para adquirir los lechos de serrín para los roedores que se utilizan para los ensayos. El director general del centro, Rubén Moreno, adjudicó el pasado 29 de diciembre de 2008 a la empresa Bobadeb, SL, el suministro de dos lotes diferentes: uno de 238 sacos de 70 litros cada uno y 601 cajas de 40 kilos cada una distribuidas en paquetes de cien gramos y que en total suman, solo en este segundo lote, 240.400 envases de 100 gr.

Aunque el pliego de condiciones indica que la cantidad se ha calculado en función de los consumos del año anterior, fuentes consultadas por este periódico la consideraron "excesiva", máxime porque el cambio de camas se hace cada dos semanas y porque supondría usar 800 paquetes diarios.

En total, el Centro ha destinado 57.000 euros a la compra de serrín.

Otro contrato que también ha despertado la suspicacia del personal es el referido al transporte y pienso para los animales que asciende a 150.000 euros, 50.000 de los cuales van para el alimento.

Cero uso de quirófanos robotizados

Fuentes consultadas por este periódico llamaron la atención sobre el "uso cero" que se hace de dos quirófanos robotizados, cuyo coste por unidad rondó el millón de euros, y cuyas dependencias solo utilizó en alguna ocasión la investigadora Almudena Ramón, que posteriormente fue despedida, en sus operaciones a simios.

La memoria del Centro del año 2008 los últimos años recoge dos hechos curiosos: el aumento imparable del personal administrativo desde 2005 a 2008 (63%, 23%, 56% y 30% ) y el recorte de la plantilla de científicos, que aunque en 2005 arrancó con un crecimiento del 86%, el siguiente registra un recorte de un 5%, en 2007 un aumento de un 36% y en 2008 un descenso del 10%. Con la desaparición de trece grupos este año, el recorte es aún más pronunciado.

Por otra parte, el director del centro remitió ayer a los empleados un correo electrónico en el que precisaba el precio (ocho euros) de las batas y en el que aclaraba que el concurso de vestuario (30.000 euros) agrupa 54 productos.

El investigador Carlos Simón, que fue designado director científico del centro a finales de septiembre de este año, tras la protesta que 21 jefes de laboratorio trasladaron al patronato de la fundación privada que gestiona el Centro de Investigación Príncipe Felipe, declaró que ha nombrado un Consejo Científico con cinco miembros para crear un "armazón de funcionamiento real". El responsable agregó que en breve él y su equipo van a tener "capacidad ejecutiva de verdad" para crear "un funcionamiento razonable, con normas internacionales para que el nivel en el centro sea el mejor posible" y para que los científicos "sepan cuando, cómo y de qué forma van a ser evaluados y sus consecuencias" para, así, evitar arbitrariedades. p. g. b. valencia