La falta de plazas en centros de día obliga a ampliar la Educación Especial un año más

Las familias lamentan que el Consell "abandone" a su hijos cuando cumplen 21 años porque "no hay plazas ni en centros ocupacionales ni en centros de día"

El Botànic diseñó un programa específico que debe autorizar la dirección general de inclusión educativa

Madres de alumnos del CEE Rosa Llàcer solicitan la puesta en marcha del programa.

Madres de alumnos del CEE Rosa Llàcer solicitan la puesta en marcha del programa. / Levante-EMV

Mónica Ros

Mónica Ros

El problema es histórico: más de 100 jóvenes valencianos con discapacidad se quedan años esperando plaza en un centro cuando cumplen 21 años y finalizan el colegio en educación especial y lleva la nada. En teoría, esa persona debe asistir a un centro de día o a un centro ocupacional. En la práctica no hay plazas disponibles. Y las que hay (en centros privados) supone un pago mensual que supera los mil euros, una cuantía inalcanzable para la gran mayoría.

Con este panorama, las familias se pusieron en pie de guerra hace un año de la mano de las Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Ampas) de los Centros de Educación Especial y denunciaron que en 5 años, unos 700 jóvenes se verían afectados por esta situación. Recogieron y presentaron firmas antes la Conselleria de Educación, protestaron y, finalmente, consiguieron una resolución (que data del 6 de julio de 2023) firmada por el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, en la que se permite ampliar un año más la educación especial con un programa "de autonomía personal en la vida diaria". Pero esa resolución es de la etapa final del Botànic y cuando se publica en el DOGV el gobierno ya había cambiado y PP y Vox tomaban las riendas.

Entre los requisitos que figuran para acceder a este programa que permite ampliar un año la etapa educativa a los jóvenes con discapacidad figura "cumplir los 21 años el año natural en que finaliza el curso escolar", tener "un bajo nivel de autonomía y funcionamiento en la vida cotidiana" y no tener "plaza en un centro de día ni en un centro ocupacional".

Es más, a las familias implicadas de forma directa (porque este año sus hijos cumplen los 21 años) en los colegios de educación especial a los que acuden sus hijos les dijeron que el programa se pondría en marcha y que en septiembre de 2024 sus hijos e hijas seguirían en el centro educativo gracias a esta resolución. Sin embargo, el programa está en duda y las familias se revuelven.

Así lo aseguran desde la Ampa del CEE Rosa Llàcer (en Carpesa) donde las familias afectadas intentaron aprovechar la visita al colegio de la directora general de Inclusión Educativa, Rosario Escrig, para preguntarle por este programa que es una tabla de salvación para sus hijos ante "el precipicio y el abandono institucional que supone dejarlos encerrados en casa, sin centro, sin plaza, sin rutina y sin recursos". Sin embargo, cuando las mujeres llegaron, Escrig ya se había marchado.

En el tejado de Conselleria

Y es que en la resolución diseñada por el Botànic se especifica que la autorización del programa para el curso 2024-2025 "corresponderá a la dirección general competente en inclusión educativa, con el informe previo favorable de la inspección de educación" y que la "concreción y organización de este programa se desarrollará mediante una resolución de la dirección general competente en inclusión educativa". Sin embargo, desde la Conselleria de Educación no se han pronunciado sobre si van a poner en marcha (o no) el programa que solicitan las familias y que ya está diseñado ante una falta de plazas en centros de día y ocupacionales que "deja en la estacada a nuestros hijos y corta, de raíz, su ciclo vital y nuestras vidas". Las familias esperan que la conselleria ponga en marcha el programa "y se olviden de quien lo diseñó y de los colores políticos que a las familias no nos importan porque hablamos de vidas".

En primera persona

Cristina Bernat, Encarna Codert y Soledad García "necesitan" la puesta en marcha del programa que permite que sus hijos se queden en el centro CEE Rosa Llàcer, un año más. Han sido previsoras y han solicitado plaza para sus hijos en centros de día y ocupacionales. Pero no la tienen porque hay un déficit de plazas en la Comunitat Valenciana que indigna y preocupa a las familias a partes iguales. "Si es que cuando llega el fin de semana, o las vacaciones de verano o de pascua, a los niños se les acaba la rutina y todo se complica. Imagino la vida de Rubén sin colegio y sin centro ocupacional o de día... y se me cae el mundo a los pies. ¿Todo el día en casa? ¿Y con quién? Porque trabajamos todos", explica Cristina, abogada autónoma y madre de Rubén, con un grado de discapacidad reconocido del 76% y un grado II de Dependencia.

Encarna se sigue preguntando en qué momento les iban a comunicar que, el año que viene, no habría programa. "Mi hijo es un gran dependiente y llevo dos años y medios esperando una plaza que no tiene ni va a tener... Y ahora se hace adulto y se le acaban todos los apoyos. El colegio de educación especial, el apoyo de la ONCE... La cobertura cuando es niño está planificada pero ¿y en la vida adulta?", explica la madre de Adrián, sordo ciego con una discapacidad reconocida del 87%.

Soledad, como representante del Ampa pide soluciones. "Solo hay que poner el programa en marcha y están a tiempo de no abandonar a nuestros hijos", concluye.

Suscríbete para seguir leyendo