El Ministerio de Industria mejorará cuatro carreteras del entorno de Zarra si el almacén de residuos nucleares se emplaza finalmente en la localidad valenciana, según recogen informes elaborados por el ministerio a los que ha tenido acceso Levante-EMV.

La inversión más importante en este plan de mejora de las infraestructuras próximas al silo nuclear la recibiría la carretera N-330 entre Requena y Jarafuel, con una inversión de 5,9 millones de euros que haría más transitables los 48 kilómetros entre ambas localidades. La otra gran obra viaria se centraría en la humilde CV-441 que conecta Jarafuel con Carcelén y que pasa cerca de la ubicación del cementerio nuclear. En la mejora de esta vía secundaria se invertirían 4,5 millones.

Ahora mismo, el acceso directo a los terrenos del futuro almacén nuclear discurre por caminos rurales. Por ello, Industria propone la construcción de una carretera de acceso a la instalación que costaría dos millones de euros. Por último, el plan básico de mejora de las infraestructuras que rodean el emplazamiento incluye la remodelación de los accesos al casco urbano de Zarra, valorada en 2,7 millones de euros.

Éstas no serán las únicas obras. El ministerio que dirige Miguel Sebastián completaría este lote básico con una obra más. Y tiene dos alternativas entre las que elegir. Por un lado, reformar la carretera N-330 desde Almansa hasta Zarra y construir una circunvalación de tres kilómetros que bordee el casco urbano de Ayora. Esta obra, pensada para el acceso de los camiones que transporten el material radiactivo desde el sur de Zarra -Autovía de Alicante A-31-, costaría dos millones de euros.

Por otro lado, la segunda alternativa que baraja Industria está concebida para combinar el transporte del material por ferrocarril y carretera. En este caso, el ministerio prevé construir una central de transferencia en el apeadero del Rebollar, una pedanía de Requena donde paran los trenes de la vía Madrid-Valencia. Esta opción comprende mejoras en el acceso del apeadero a la autovía A-3 y tiene un coste estimado de 2,1 millones. En total, pues, la ubicación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en Zarra conllevaría una inversión de 17 millones de euros en su entorno.

Puntas de 580 empleos

Este capítulo de las mejoras viarias que prevé financiar el Ministerio de Industria es crucial para la candidatura de Zarra después de que, en la baremación del informe técnico sobre las candidatas, Zarra sacara un "bien" y Ascó un "muy bien" en el apartado de infraestructuras de transporte.

Otro de los puntos que concreta la documentación interna de Industria a la que ha accedido este diario se refiere a la creación de empleo que conllevará el ATC. Durante la fase de construcción (de 2010 a 2015), el ATC impulsará la creación de 380 empleos directos, con puntas de hasta 580 puestos de trabajo. Se estima que un 60% de esta mano de obra implicada sería local. Es decir, 350 empleos locales. Según los datos del Servef, los siete municipios de la comarca del Valle de Ayora tienen ahora mismo 703 desempleados. En números absolutos, pues, el ATC reduciría a la mitad el paro de toda la comarca entre 2010 y 2015.

Una vez finalizada la construcción del complejo, el almacén de residuos nucleares empleará a 120 personas (incluyendo titulados superiores, técnicos, montadores y soldadores) hasta 2035. A partir de ese momento, la plantilla quedará formada por 75 trabajadores hasta el cierre de la instalación, allá por el año 2085.

Un impuesto propio le daría 7 millones al año

Los municipios del entorno afectado (aquellos ubicados en un radio de 20 kilómetros desde el ATC) recibirán anualmente de Enresa un mínimo de 6 millones de euros, que podría llegar a los 7,8 millones. En el reparto, Zarra ingresaría 3 millones; Ayora se llevaría 1,7 millones; Teresa de Cofrentes y Jarafuel se embolsarían 0,5 millones de euros cada una; y Jalance obtendría 0,3 millones. Además, Industria prevé en sus informes internos que Zarra establezca un impuesto propio que podría ser, dicen, de 20.000 euros por tonelada de residuos. Eso se traduciría en 7 millones anuales durante los seis primeros años y unos 6 millones durante los 14 años siguientes. En total, alrededor de 120 millones a lo largo de la vida útil de la instalación.