Cuando a Adolf Hitler le comunicaron el bombardeo del acorazado alemán "Deutschland" en el puerto de Eivissa el 29 de mayo de 1937, que era "la joya de la corona" nazi, el dictador alemán "cogió un cabreo enorme y ordenó que se bombardeara Valencia, que era donde estaba el Gobierno republicano; al final pudieron calmar a Hitler y convencerle de que no convenía hacerlo". Así lo aseguró el sábado el historiador militar y capitán de navío José María Prats Marí en una conferencia en el "Diario de Ibiza", que pertenece al mismo grupo editorial que Levante-EMV.

Como alternativa, explica Prats, se llevó a cabo una operación de represalia contra Almería, entonces en poder de los republicanos. A consecuencia del intenso bombardeo al que fue sometida la ciudad por la flota alemana, murieron 19 personas y 30 casas fueron arrasadas.

Los pilotos que bombardearon el "Deutschland", continúa, "seguramente creyeron estar atacando al buque franquista 'Canarias'". El investigador considera que a la altura que volaban los dos aviones no se podía distinguir con claridad la identidad del buque, lo que propició la confusión.

El militar ibicenco dejó en el aire la identidad del piloto que lanzó las bombas que dañaron gravemente el buque porque el hombre que aseguró haberlo atacado, Leocadio Mendiola, "cuando le entrevistaron al final de su vida y dijo que había sido él, no dio ningún detalle". Esto es sorprendente, afirmó. "Yo, como piloto, sé que si realizas una misión de este tipo, das mil detalles, porque el que no cuenta una cosa así es que no lo ha hecho".

Prats dijo que es posible que quien lanzó las bombas fuera uno de los tripulantes soviéticos que iban en uno de los dos aparatos "Tupolev SB 2", conocidos como "Katiuskas", responsables de la acción. El conferenciante señaló que cada aparato arrojó las cuatro bombas que llevaba. Las que lanzó uno de ellos cayeron al mar, pero tres del otro avión acertaron en el barco. Una se introdujo en el comedor y estalló dentro, causando una matanza; otra cayó sobre cubierta y causó grandes destrozos y un incendio, mientras que las otras dos cayeron al mar, pero una de ellas hundió la canoa del comandante. En la acción murieron 19 personas y hubo 73 heridos.

Un barco con "mala suerte"

El "Deutschland", pese a ser entonces el más moderno buque la armada nazi, "fue un barco con mala suerte", señala el historiador. En 1941, ya en plena II Guerra Mundial, fue alcanzado por las baterías de la costa noruega, perdiendo una gran cantidad de tripulantes. Poco después, es objeto de un ataque con torpedos desde el submarino británico "Spearfish".

Tras reincorporarse al servicio en 1943, mientras navegaba por el Báltico, fue descubierto atracado en un puerto por aviones de la RAF en 1945. Una formación de 14 bombarderos descargó sobre él una lluvia de bombas que lo partió por la mitad. A estas alturas,ya había sido rebautizado como "Lu?tzow" por las autoridades nazis para evitar la humillación que supondría el hundimiento -que finalmente se produjo- de un barco con el nombre del propio país.