La familia valora la vía judicial para reclamar el desorbitado coste médico de Cancún

La solidaridad mostrada por Alzira emociona a la pareja, aunque no tanto la ayuda diplomática

La agitada luna de miel le cuesta casi 300.000€ a la pareja, que agradece emocionada la ayuda recibida

Sofía Parada y Adrián Fernández, tras regresar de su complicado viaje a Méxixo

Sofía Parada y Adrián Fernández, tras regresar de su complicado viaje a Méxixo / A. C.

A. C.

La abultaba factura que la familia Fernández-Parada ha tenido que abonar a un hospital de Cancún sorprende a todo el mundo menos a Sofía, enfermera de la UCI del Hospital de la Ribera. Ella es plenamente consciente del privilegio que supone disponer de una sanidad pública que evita a los enfermos evaluar el coste de cada tratamiento. «No valoramos la importancia de la sanidad que tenemos en España y mucho menos que sea gratuita», reflexionó ayer. El gasto ha sido proporcional a la solidaridad exhibida tanto en Alzira como en la Ribera. «Se han volcado con nosotros y siempre estaremos agradecidos», sentenció muy cerca de la Plaça Major. Los donativos fueron determinantes para saldar las cuentas. 

El comportamiento del cuerpo diplomático no ha sido tan benigno. Se ha preocupado mucho por el caso, pero ha evitado los gastos. El avión medicalizado, caso de haberlo necesitado, hubiera tenido un coste y el médico que les ofrecieron tenía pagado el viaje de vuelta pero no el servicio, por lo que la familia también debía aportar dinero. Ahora, tras reservar unos días para digerir la experiencia vivida, valorarán si cabe recurrir a la vía judicial. «Dentro de unos días lo analizaremos y estudiaremos todas las opciones», concretaron ayer Adrián y Sofía.

Adrián Fernández pudo acompañar el lunes a su hijo a la escuela. Era la cotidianidad que necesitaban él y su familia para superar la traumática experiencia que supuso su viaje nupcial a Cancún, en el que sufrió un desvanecimiento en la piscina de un hotel de la Rivera Maya que le produjo una parada cardiorrespiratoria. Los pulmones se le encharcaron y estuvo diez días en coma. Las secuelas de esa inesperada luna de miel son tanto psíquicas como económicas. La factura médica se acercó a los 150.000 euros y el gasto total del viaje, que incluye tanto la estancia como los viajes, casi duplica esa cantidad, según los cálculos barajados ayer por su mujer, Sofía Parada, en Alzira, una ciudad sensible y solidaria que les ha ayudado a superar el drama.

Luna de miel que se amarga

La pareja regresó el lunes acompañada de un familiar 21 días después de lo que estaba previsto. La luna de miel no fue tan dulce como esperaban. Sofía sufrió los primeros días una gastroenteritis, algo bastante habitual en los viajes, pero en ningún caso imaginaban que, la víspera de su regreso a España, un inesperado percance sacudiría sus vidas. Su marido fue rescatado de la piscina de un hotel de Playa del Carmen cuando ya no tenía pulso y sus pulmones estaban repletos de agua. Llegó en estado crítico a un hospital y de allí fue trasladado a otro centro asistencial mejor dotado para abordar casos tan graves.

Ha sido muy duro y ahora preferimos disfrutar junto a los nuestros y para nada tenemos intención de irnos a ninguna parte. Ahora hay que digerir lo ocurrido y ni nos planteamos volver a coger las maletas. En casa también se está muy bien

Sofía Parada

— Esposa de Adrián Fernández

Permaneció con respiración asistida y en coma inducido durante diez días hasta que los médicos comenzaron a reducirle gradualmente la sedación. Pasó unos días muy intranquilo hasta que despertó desconcertado. No sabía donde estaba y qué le había ocurrido. Sólo ha podido recomponer el mal trago a través del relato que le ha proporcionado su familia, que destaca la profesionalidad de los médicos y del personal sanitario.

La recuperación ha sido muy positiva y rápida. Seguramente fue de gran ayuda el hecho de haber mantenido un contacto directo con su mujer, su padre y su suegro. Y también con su hijo de siete años, que les acompañó durante el viaje y con el que mantuvo después contacto a través de videollamadas. El menor regresó a España pocos días después del ingreso hospitalario de su padre.

Sofía Parada y Adrián Fernández, ayer en la Plaça Major de Alzira

Sofía Parada y Adrián Fernández, ayer en la Plaça Major de Alzira / A.C.

"La solidaridad me ha salvado la vida"

La familia no encuentra palabras para agradecer la manera en la que les han arropado sus convecinos. «Hemos sido conscientes en todo momento de cómo Alzira se movilizaba por nosotros y nunca podremos devolver las muestras de solidaridad y afecto que hemos recibido», enfatizó ayer Sofía Parada. «La solidaridad de los alzireños me ha salvado de la vida», agregó Adrián. Ambos necesitan ahora «recuperar la normalidad» y definen el viaje soñado al Caribe mexicano como «una experiencia muy desagradable». De hecho, no tienen pensado regresar a sus respectivos trabajos hasta la próxima semana. Quieren descansar en la tranquilidad del hogar y rodeados de su familia y amigos.

Y ambos admiten que tardarán un tiempo hasta verse capaces de planificar nuevos viajes. No tienen voluntad de regresar a México. Ahora su paraíso está más cerca. «Aquí también tenemos buenas playas», defienden. «Ha sido muy duro y ahora preferimos disfrutar junto a los nuestros y para nada tenemos intención de irnos a ninguna parte. Ahora hay que digerir lo ocurrido y ni nos planteamos volver a coger las maletas. En casa también se está muy bien», apuntó Sofía mientras Adrián asentía con la cabeza.