La consellera de Educación, María José Catalá, destacó ayer que cada consejo escolar elegirá el grado de inmersión en inglés de su centro «en función de la realidad del centro y del territorio» en que se encuentra, y siempre dentro de los dos programas vehiculares en castellano y en valenciano y con un mínimo de dos asignaturas impartidas en inglés.

Así lo señaló tras reunirse con el presidente de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), Ramón Ferrer Navarro, quien valoró que Educación ha recogido «totalmente sus pensamientos» sobre el plurilingüismo.

«Estamos muy contentos de pensar que lo que creíamos que tenía que ser el plurilingüismo, va a ponerlo en marcha», subrayó el presidente de la AVL, que considera que el modelo de plurilingüismo «no podía ser un elemento uniforme dado que el territorio no tiene las mismas condiciones en todos los sitios y no podía ser un 33-33-33», en alusión a la pretensión inicial de impartir mínimo un tercio en valenciano, otro en castellano y hasta un tercio en inglés.

Por su parte, Escola Valenciana reivindicó ayer la inmersión lingüística e instó a la consellera a «responder aspectos claves» del proyecto. La entidad remitió un escrito a Catalá —que en los últimos días ha mantenido una ronda presentando el modelo— en el que le pide claridad en la exposición y que se certifique el rigor pedagógico del mismo, logrando para todos los alumnos unas competencias plurilingües satisfactorias.