La edad de los donantes de órganos ha crecido casi tanto como la esperanza de vida.

Personas fallecidas de accidente cerebrovascular que eran descartadas hace años como donantes por «añosos» son aceptadas en la actualidad por las mejoras introducidas en las técnicas de preservación de órganos que reducen el tiempo de isquemia (falta de riego) en los avances quirúrgicos, por la mejor tolerancia de los tratamientos inmunosupresores, pero sobre todo por la espectacular reducción de donantes jóvenes procedentes de accidentes de tráfico y laborales que en 1992 fueron 358 y en 2011 fueron la cuarta parte: 84, según datos de España de la Organización Nacional de Trasplantes.

La caída de un tipo de donantes ha fomentado la captación de otros. De hecho, en las últimas dos décadas se ha cuadruplicado la donación de órganos de pacientes fallecidos por accidente cerebrovascular: de 324 en 1992 a los 978 registrados en 2010 en todo el Estado.

En la Comunitat Valenciana, la mayor parte de los donantes de órganos fallecieron de muerte encefálica, que ocurre cuando el cerebro muere pero el corazón, que es independiente y autónomo, sigue bombeando sangre, según explicó a Levante-EMV el coordinador de Trasplantes de la Conselleria de Sanidad, José Luis Rey, que detalló que en esta situación, que cinematográficamente es la que se conoce como «clínicamente muerto», los pulmones y el diafragma que funcionan por impulsos neurológicos recibidos a través de la médula espinal también dejan de moverse cuando el cerebro paraliza su actividad y son rescatados para trasplante por la ventilación asistida que les permite que recuperen su actividad.

En los últimos seis años, la edad de los donantes de órganos en la Comunitat Valenciana ha crecido casi una década: de los 49,7 años del año 2006 a los 58,54 de este año. Y de la misma manera que aumenta la edad de los donantes, aumenta también la de los receptores, cuya edad promedio en los trasplantes realizados de enero a julio de este año es de 50,90 años.

No obstante, la edad máxima de los donantes en España ha sido de 79 años para un corazón, 70 para pulmón y 54 para páncreas. Y aunque las edades son llamativas, no superan los 89 años que tenían cinco donantes: uno de corazón (2002) y cuatro de hígado (2000, 2003, 2010 y 2011).

La estadística también indica que en 1992 sólo diez de cada cien donantes tenía más de 60 años pero en 2011 este grupo representaba ya la mitad.

«Se busca cierta similitud y paridad entre los órganos, antes algunos pacientes se nos pasaban de largo y ahora se detectan mejor», precisó José Luis Rey, que recalcó que lo que hay que divulgar es que hoy en día todo el mundo puede ser donante, «basta con que se haga saber a la familia».

Otro hecho constatado que también favorece la donación es que cada donante con su gesto altruista da quince años de vida al receptor.

Pero la política de trasplantes en la que España es pionera en el mundo tiene también una repercusión económica, ya que «lo que ahorramos con los pacientes trasplantados de riñón que salen del programa de diálisis es el doble del coste total de todos los trasplantes de órganos sólidos», aseguró el coordinador, que resalta que el programa es «coste-efectivo».

De los 242 trasplantes realizados de enero a julio de este año en la Comunitat, 137 fueron de riñón, 3 de doble riñón, 3 de páncreas-riñón, 1 de páncreas, 63 de hígado, 17 cardíacos, 3 unipulmonares y quince bipulmonares.