Iñaki Urdangarin agradeció personalmente a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, su predisposición para con las iniciativas que planteó a la Generalitat y a Turismo Valencia. En una carta dirigida a la edil y que forma parte de la investigación del caso Palma Arena, el duque de Palma mostró su satisfacción por «su inestimable aportación que ayudó mucho a generar el clima tan positivo mantenido en la comida del pasado lunes». «Tal y como acordamos», añade Urdangarin en la misiva, le ofreció a uno de sus trabajadores para unas sesiones de trabajo que se iban a celebrar en Suiza, presuntamente relacionadas con la negociación para que Valencia fuera la sede de la Copa América.

La carta va fechada el 16 de enero de 2004, el primer año en que se celebró el Valencia Summit, y en ella propone Urdangarin en «concretar agendas» para futuras reuniones. El duque de Palma le recuerda el pacto acordado en la comida y le escribe: «Queremos reiterar la total disponibilidad del experto de nuestra empresa en temas de marca D. Juan Pablo Molinero, para cuando considere oportuno, incluyendo el asesoramiento y la asistencia a las sesiones de trabajo sobre ´branding´ a celebrar en Suiza próximamente».

Juan Pablo Molinero confesó a la Policía Judicial, dentro de la investigación sobre el entramado de fundaciones y empresas de Urdangarin, que uno de sus trabajos para el Instituto Nóos fue intermediar para que la Copa América terminara en Valencia. «Una de las cosas que hacemos es negociar con ACM (America´s Cup Management, organizadores del evento) el contrato de la Copa América, cuando Valencia se lleva la copa». De acuerdo con esta testificación, la fundación del duque de Palma es la que «negocia» directamente con los directivos de ACM.

Desde la Conselleria de Turismo negaron en noviembre de 2011 que Urdangarin o alguno de sus trabajadores tuvieran que ver con la llegada de las regatas de vela a Valencia. Según defendieron en su día, fue el Club Náutico los que trabajaron en exclusiva para conseguir este hito para la ciudad.

La carta que el duque de Palma envió a la alcaldesa de Valencia tuvo el visto bueno del secretario de las infantas, el recientemente imputado Carlos García Revenga. En unos correos electrónicos en poder de este periódico, la empleada de Nóos Luisa Massuet le pide al secretario que le «dé el repaso protocolario» antes de enviársela a Barberá.