La titular del Juzgado de Instrucción número 21 de Valencia, que investiga el accidente de metro de 2006 donde murieron 43 personas, niega que existiese diferencia de velocidades entre la unidad siniestrada y el tren que la precedía.

Así consta en un auto en el que rechaza un recurso de la Fiscalía relacionado con la suspensión de las declaraciones de nuevos testigos hasta que la empresa Siemens remitiese nueva documentación y el depósito y precinto judicial de la segunda unidad (la 3714) por considerar que su mayor velocidad en el momento del accidente pudo influir en el descarrilamiento.

En su escrito, hecho público ayer por el TSJ, la jueza Nieves Molina rechaza ambas solicitudes, niega que existiese diferencia de velocidad y reprocha al Ministerio Fiscal que «lo que debe hacer es analizar y estudiar la información incorporada a autos» en lugar de solicitar más datos que «carecen de relevancia».

Respecto a la segunda unidad (la primera y accidentada fue la 3736), la jueza cree que el Ministerio Público realiza una lectura sesgada de los informes que constan en la causa e insiste en que si el perito judicial, al que se le dejó «total y absoluta libertad», no examinó la UTA 3714 es porque «entendió que no había tenido incidencia en el accidente».

«Esta juzgadora carecía y carece de los conocimientos técnicos necesarios para imponerle al perito judicial lo que tenía que examinar y lo que no, conocimientos técnicos de los que, salvo error de esta juzgadora, también adolece el Ministerio Fiscal, y por ello se acordó la práctica pericial en términos abiertos», añade. Considera «inútil» la diligencia solicitada por la Fiscalía, dado que esa UTA estuvo funcionando hasta el 2008.

«El Ministerio Fiscal parte de una idea errónea en lo que se refiere al posible fallo de la UTA 3714, al no existir indicio alguno de la unidad llevase una velocidad mayor que la que volcó», señala la jueza, quien considera, basándose en declaraciones de testigos, que las diferencias de velocidad que reflejaron ambas cajas negras no eran reales, sino que había que aplicar medidas de corrección por las diferentes características técnicas.