La Conferencia de Presidentes autonómicos que el miércoles anunció el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ya tiene una primera exigencia por parte del Gobierno valenciano. El presidente de la Genaralitat, Ximo Puig, ha asegurado esta mañana que pedirá en ese foro al nuevo Gobierno de España que tome la decisión de condonar la deuda de la Comunitat Valenciana, en torno a los 45.000 millones según el Banco de España, y del resto de autonomías.

Puig asegura que si Alemania ha tomado esa decisión de asumir la deuda de sus landers también puede hacerlo el Gobierno de España, que sigue a rajatabla las posiciones en materia económica de la canciller alemana, Angela Merkel.

Puig planteará la condonación de esa deuda o como mínimo la que obliga a la Comunitat Valenciana a través del Fondo de Liquidez Autonómica o los mecanismos de pago a proveedores, el rescate por parte del Estado, y que supone en torno al 60 por ciento del total de la deuda, unas obligaciones que ya están en manos del Reino de España por lo que su asunción no sería complicada.

El presidente se ha referido en la sesión de control en las Corts, tras una pregunta de Podemos, a la abstención de su partido en la segunda votación del debate de investidura prevista para el próximo sábado. Puig ha asegurado que no ha sido una decisión fácil de tomar y que no es optimista respecto al futuro Gobierno de Rajoy, pero ha remarcado que los valencianos no querían unas terceras elecciones. La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, ha agradecido a Puig la abstención del PSOE que evita que persista el bloqueo político.

El jefe del Consell también se ha comprometido ante sus socios, Compromís y Podemos, a llevar juntos los tres partidos la agenda del Pacto del Botànic al Congreso de los Diputados para exigir más financiación y que se concrete la reforma del Estatut.