Del infierno a la tierra en unos minutos. El Olímpic superó una nueva batalla cuando se le consideraba ya abatido. La victoria ante l'Hospitalet este domingo en la Murta (2-1) tuvo esa dosis de épica que la hizo especial, distinta y emotiva hasta después del pitido final. Tercera victoria del equipo esta temporada en la Murta. Las victorias de At.Levante y Pobla de Mafumet metieron desde el inicio más presión a los locales que se convirtió en «coraje» según el entrenador blanco, Raúl Garrido.
Garrido dio en esta ocasión la oportunidad, buscando esa distinta «energía» en la delantera, a Borja Rubiato, pero convocando a la vez a Samu y a Javi Navarro, a este último «para premiar el gran trabajo que está realizando cada semana». En el banquillo, además de los nombrados, Boison, Zarzo y Berna. También recuperó, superada su lesión, a Alexis. Pero, como ya pasó ante el Espanyol B, pronto se cambió el guión previsto pues en la defensa de un contraataque se lesionó Julio Rodríguez, lesión que trastocó la defensa: Alexis cambió de banda, Mendoza se situó como lateral derecho por la «confianza en su profesionalidad y experiencia», declaró Garrido tras el partido; y Berna y San Julián actuaron de centrales. Tardó el Olímpic en adaptarse al cambio y eso hizo que el juego no fuera el de otras tardes, demasiadas imprecisiones y pocos remates. Llegaron en la recta final del primer tiempo las críticas de algunos aficionados al juego del equipo y de algunos jugadores en concreto, lo que se remató con un gol del rival en la última jugada del tiempo añadido. El Olímpic veía las llamas del infierno. Tan enrarecido estaba el ambiente que el responsable de prensa del club, Pablo Orts, y el propio Vaquero, antes de retirarse al vestuario, se dirigieron a los aficionados tratando de conseguir apoyos y no críticas.
Primer gol de Cifo con el Olímpic
«Hablamos de los detalles, de las pequeñas cosas importantes que nos podían ayudar a ganar el partido». Eso fue lo que dijo el entrenador en el vestuario en el descanso a los jugadores. La segunda parte, con el equipo ya más acomodado a su defensa, fue distinta. Además, porque a los cuatro minutos Cifo marcó su primer gol como jugador del Olímpic, «ese gol los metió a ellos en el partido», declaró el entrenador visitante, Martí Cifuentes. Empezó la metamorfosis de la Murta que culminó en el gol de penalti —claro para Garrido, menos claro para Martí Cifuentes—, que algún compañero, como Álex Vaquero no quiso ver, y que transformó Rifaterra. Para entonces ya había vuelto la comunión de anteriores encuentros entre la afición y el equipo. Llegaron las demás tarjetas, las expulsiones del propio Garrido y de Rifaterra, pero l'Hospitalet no fue capaz de aguarle la fiesta a los locales que evidenciaron sobre el terreno de juego y en el vestuario la importancia de la victoria conseguida.
Próximo rival, el Olot
El equipo, tras la sesión de ayer, retomará los entrenamientos mañana miércoles. El sábado quiere viajar pronto a Olot para entrenar allí ese mismo día antes del partido contra otro rival directo en la lucha por la permanencia. En principio se teme que la lesión de Julio Rodríguez le deje apartado durante varias semanas. Cifo, que se retiró con molestias, podrá jugar y Rifaterra será baja por sanción.
