Roger Cerdà ha cimentado su victoria en las primarias a la secretaría general del PSPV de la Costera-la Canal sobre el sólido y mayoritario respaldo obtenido en una decena de agrupaciones que se mantienen fieles al «aparato» del partido. De entrada, el dirigente partía con dos bazas a su favor. La primera es la movilización de los dirigentes locales afines a Ximo Puig y a Jorge Rodríguez que, comenzando por el que ha sido secretario comarcal del PSPV desde 2012, Xavier Simón, han escalado posiciones en el andamiaje orgánico e institucional en los últimos años. El segundo es que Cerdà lidera el colectivo local más numeroso en cuanto a afiliados de las comarcas. En Xàtiva, su candidatura logró 60 votos y dobló a la de Pilar Sarrión, que pescó 31 adhesiones en territorio enemigo.

Después de un largo periodo de fricciones internas más o menos disimuladas, el proceso ha puesto negro sobre blanco por primera vez el equilibrio de fuerzas a nivel comarcal entre las dos grandes corrientes del PSPV. Lejos de aquel sentimiento de ruptura del status quo que emergió en mayo de 2017 cuando Pedro Sánchez arrasó en la Costera-Canal con un 58,92% de apoyos de las bases en contra del criterio de la cúpula, los resultados del domingo dan oxígeno a la dirección comarcal y le permiten seguir controlando una organización donde Cerdà, con el 55,2% de los votos en su haber, pasa de ejercer de número 2 a ocupar el timón.

Sarrión, abanderada de un proyecto que demandaba aperturismo y cambios profundos a nivel interno en materia de transparencia en la gestión y la elección de cargos, cosechó sus peores resultados (con 0 votos) en Bolbaite y Vallada, dos feudos liderados por alcaldesas (Carolina Mas y Mª José Tortosa) que ocupan cargos de responsabilidad en el partido a nivel comarcal, una como secretaria de organización en la ejecutiva y la otra como presidenta de la Mancomunitat de la Costera-Canal. En Chella, la influencia del diputado de Carreteras, aliado de Rodríguez y coordinador de la campaña valenciana del susanismo, Pablo Seguí, inclinó claramente la balanza del lado de Cerdà (12 a 3). La alcaldesa de Anna tampoco logró ganar en otros pueblos de la Canal como Quesa (10 a 2) o Bicorp (7 a 3).

Pero si la dirigente alineada con Pedro Sánchez y José Luis Ábalos ha obtenido un 43,8% de los votos con el establishment comarcal en contra ha sido gracias al espaldarazo mayoritario de los militantes socialistas en 5 municipios de peso como son Canals, Enguera la Llosa de Ranes, Navarrés y Moixent. Excepto en esta última agrupación, ampliamente favorable a la exdiputada, en el resto el proceso interno ha dividido a las bases y a los representantes en las instituciones. Tanto el alcalde de Enguera como el portavoz del PSPV de Canals se posicionaron con Cerdà, mientras que en la Llosa, la portavoz Rosana Guitart se ha volcado con la candidatura de Sarrión frente al resto de ediles socialistas, que han apoyado a su rival.

La alcaldesa de Anna arrasó en su pueblo por 16 a 0, pero cayó derrotada en la Font de la Figuera, Genovés y Novetlè. El voto estuvo especialmente disputado en la agrupación de l’Alcúdia de Crespins, donde Roger consiguió 43 papeletas y Pilar 33.

85,5% de participación

En Xàtiva, Cerdà obtuvo 8 votos menos que Pedro Sánchez (60 vs. 68) en las primarias estatales. Sin embargo, el nuevo secretario general comarcal sumó un porcentaje de respaldo (55,2%) 4 puntos superior al del líder del PSOE en el conjunto de España y muy similar al de Ximo Puig cuando se midió en julio a Rafa García (56,7%).

A la hora de valorar el resultado, tanto el ganador como su rival hacen hincapié en la elevada participación registrada en las primarias, donde votó el 85,5% de la militancia del PSPV en la Costera-Canal: 414 afiliados sobre un censo de 484. El nuevo secretario comarcal anuncia una ejecutiva «de consenso y unidad», sin «familias», consciente de la necesidad de coser la estructura orgánica y de dotarla de mayor actividad, con la mirada puesta en ampliar las adhesiones y calmar al sector crítico. La organización ha sufrido en los últimos años una sangría de militantes y han desaparecido las agrupaciones de Torrella, Cerdà y Llanera, pueblos donde ha calado el desencanto con los cuadros de mando.