El consenso deseado por la dirección de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) para el contrato programa no pudo ser. Cuestión de principios en torno a la privatización parcial. Ello a pesar de que los actuales gestores, con Rosa Vidal, aceptaron todas las mejoras al texto planteadas por los consejeros de la oposición. No obstante, el clima de colaboración no se rompió.

La prueba es que, tras el largo debate sobre el contrato programa, la directora general respondió a una pregunta sobre los escenarios de la empresa tras completarse el expediente de regulación de empleo (ERE) y lo que manifestó es que la televisión irá a negro el 1 de septiembre si no se toman medidas urgentes que eviten quedarse sin técnicos.

Y a ese problema añadió, según pudo contrastar Levante-EMV en diversas fuentes, que no hay tiempo -respetando la legalidad- para contratar a una empresa privada que aporte a esos profesionales. La postura de Vidal supone, de manera implícita, asumir errores de cálculo del ERE, ya que la alternativa más directa sería reducir la lista de 1.131 despidos.

La lectura de la situación realizada por la directora general -no fue rebatida ayer por ningún consejero- difiere asimismo de la que sostiene el vicepresidente y portavoz del Consell. José Císcar restó importancia el pasado viernes a esta hipótesis y aseguró que siempre hay soluciones al tiempo que volvió a insistir en que el ERE no se modificará.

Habrá que ver qué postura se impone. Pero las estrategias empiezan a ser visibles. Curiosamente, Rafael Xambó (consejero designado por Compromís) y Manuel S. Jardí (por EU) coincidieron al término del pleno de ayer en criticar la insistencia del portavoz en "pontificar" sobre el ERE sin tener en cuenta que RTVV es ahora una empresa "totalmente autónoma".

La posición de Vidal incluso deja huellas en el contrato programa de RTVV, aprobado ayer por cinco votos (PP) contra cuatro (PSPV, Compromís y EU). Este documento sigue las líneas estratégicas del informe "de viabilidad" de Pricewaterhouse Coopers (PwC). Este hablaba de un equipo mínimo técnico de cinco personas, encargadas de supervisar a los empleados de empresas privadas. Sin embargo, esa mención al equipo técnico desaparece en el contrato programa.

El documento -no facilitado por RTVV debido a los cambios que hay que incorporar- se mueve fundamentalmente en principios genéricos y subraya que el 80 % de la programación será al menos de servicio público, si bien eso no quiere decir que sea de producción propia interna, la cual se reserva a los informativos. Una de las "mejoras" al texto es que uno de los objetivos como servicio público es "ser modelo de credibilidad e independencia". Lo que Vidal rechazó tocar es la apostilla a que la empresa será inviable si se rechaza judicialmente el ERE.

El voto en contra de los consejeros de la oposición sorprendió a la dirección. Xelo Miralles (PSPV), Xambó o Jardí alegaron que, por principio, desaprueban una televisión que no es 100 % pública y en valenciano, si bien ello no obsta para intentar mejorar el contrato programa presentado.