La cartuja de Ara Christi fue fundada en el año 1585 por Elena Roig, miembro de una potentada familia valenciana de la época. Pese a los difíciles comienzos, la del Puig se convirtió en una de las cartujas más importantes de la provincia cartujana de Cataluña y llegó a ser sede del Vicario General de la Congregación Nacional de cartujos españoles. En el siglo XIX se vio afectada por la guerra de la Independencia y posteriormente por las leyes desamortizadoras, lo que la hizo pasar a manos de particulares tras pública subasta. Fue utilizada como finca de explotación agrícola hasta que en 1881 la propietaria cedió el monasterio a una comunidad de jesuitas y desde entonces fue ocupado por varias órdenes religiosas y por otros propietarios, que no evitaron el paulatino deterioro del monumento. Aunque el gran claustro y buena parte de las celdas están derruidas, aún quedan en pie muchas dependencias, restauradas en los últimos años. Dos empresas de hostelería y ocio explotan actualmente el edificio.
