David Remeseiro Salgueiro (A Coruña, 22 años) se convirtió en «Jason» por culpa de la Fórmula 1. Era tan rápido jugando que sus compañeros le bautizaron con el nombre del piloto británico campeón del mundo «Jenson» Button. Sin embargo, el acelerón definitivo de Jason se ha hecho esperar hasta esta temporada. El extremo gallego es uno de los referentes del Levante UD de Muñiz. Acumula 25 partidos, 18 como titular, en los que ha marcado 8 goles, algunos de ellos decisivos para sumar los tres puntos. Pese a su juventud, la competencia en la plantilla y la dureza de la categoría, Jason se ha consolidado como un fijo en la titularidad azulgrana. Tanto es así que la dirección deportiva del club valora revisar al alza su contrato en verano por ser uno de los más bajos del equipo en cuanto a ficha.

No obstante, este salto de nivel de Jason no ha sorprendido a los que le han seguido de cerca en los últimos años. Miguel Ángel Villafaina fue su entrenador en el Juvenil y el filial del Levante UD, y destaca su explosión en los juveniles. «Hizo un temporadón, marcaba la diferencia entre los de su generación, fue el jugador más desequilibrante ese año», apunta el técnico valenciano. «En la encuesta de entrenadores de la División de Honor todos lo destacaron», remacha. Aún así, el salto de Jason al filial del Levante UD el año siguiente no fue sencillo. Además de las lesiones, la inercia negativa del equipo, que descendió a Tercera, le afectó en su juego. Se desconectó.

Jason se marchó en verano cedido al Villarreal B para tener minutos en Segunda B, pero regresó en enero para entrenar con el primer equipo granota y jugar con el Atlético Levante UD. Con él sobre el campo, el filial logró ascender a Segunda B. «Fue una temporada difícil para él. Volvió del Villarreal B, donde estaba cedido, para entrenar con Lucas Alcaraz y jugar con nosotros, en Tercera. Hizo un esfuerzo y, sabiendo que iba a hacer la pretemporada con el primer equipo, jugó la promoción de ascenso. Se quedó sin vacaciones», explica Villafaina. «Era intermitente, tenía una chispa de jugadas de primer nivel, pero le faltaba continuidad y trabajo defensivo. Es un jugador que mejora mucho si se siente importante en el equipo», analiza Villafaina.

«Ha mejorado mucho en trabajo defensivo y eso le ayuda a estar más metido en el partido, está concentrado más tiempo. Luego, mantiene su disparo, su capacidad de desborde, su uno contra uno... Se le ve más maduro. Fue clave su paso por el Albacete», concluye el exentrenador levantinista.

En este sentido, el año pasado Jason fue cedido al Albacete, en Segunda División entonces, con el fin de foguearse en la categoría de plata. Empezó la temporada con la confianza del entrenador, Luis César Sampedro, pero tuvo mala fortuna y las lesiones le alejaron del terreno de juego. Fue así hasta que apareció en el banquillo manchego César Ferrando, que no dudó en apostar por él.

«Tiene muchas condiciones. Conmigo entrenaba fenomenal, le pega al balón muy bien y por eso jugó casi siempre. Conmigo se portó muy bien. Si la gente le viese entrenar... Es un futbolista que dribla bien, chuta muy bien y es trabajador. Me sorprendió. Estoy convencido de que si el Levante UD sube y el año que viene empieza bien, él jugará en Primera. Tiene las condiciones y la calidad. Está preparado», puntualiza el entrenador de Tavernes de la Valldigna sobre Jason, que sigue avanzando veloz hacia la meta, el ascenso a Primera División.