Orriols  quiere subirse al tren de los ‘playoff’ de ascenso

Los trenes, normalmente, pasan una vez en la vida. Ningún integrante de la categoría de plata rechazaría la opción de comprar el billete que permite sentarse en el vagón de un viaje cuyo trayecto acaba en Primera División. Si no, que se lo pregunten a un Levante que, de golpe y porrazo, se vio condenado a permanecer un año más en los infiernos cuando el destino vislumbró un futuro entre los mejores del panorama nacional.

Una temporada después de aquel trágico desenlace, el Levante ha dejado pasar diferentes trenes que otorgan el beneplácito, como mínimo, de superar diferentes paradas hasta llegar a la última estación, correspondiente a la élite. Sin embargo, el fútbol le otorga al conjunto de Felipe Miñambres una segunda oportunidad después de ganar en La Cerámica contra el Villarreal B. A tres puntos de distancia de la promoción de ascenso, los granotas reciben al Eibar conscientes de que el margen de error, a falta de cuatro jornadas, es inexistente, pero queriendo ganarse el derecho de subirse al último tren que permite soñar con el ascenso.

El Ciutat de València no quiere perder la esperanza, por mucho que la plantilla, en algunos tramos de la competición, haya dado argumentos para caer en la desilusión. Un triunfo, es más, lo cura absolutamente todo. La prueba reside en los tres puntos conseguidos en La Cerámica, posteriores a una decepción mayúscula como la de caer en casa ante el Cartagena. Fue la resurrección, anímica y deportiva, a la que se tiene que aferrar un equipo que peleará hasta el último segundo de la temporada. «Vamos a tener esperanzas de entrar hasta el final», aseguró Miñambres en rueda de prensa.

Sin embargo, ganar al Eibar no será un camino de rosas. El Levante deberá sudar, y mucho, para batir a un serio candidato para ascender de manera directa a Primera. A tres puntos del ascenso directo, los pupilos de Joseba Etxeberria llegan al Ciutat tras ganar al Amorebieta (5-0) y con unos números reseñables, siendo el máximo anotador de la categoría y el segundo mejor visitante. No obstante, el Levante quiere huir de las estadísticas. Busca creer. Y, sobre todo, soñar. El tren de Primera División hace parada en Orriols.