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«Las abejas son imprescindibles para garantizar la alimentación y la diversidad»

Montroi premia con la «Abelleta d'or» la labor de Greenpeace en favor de la apicultura tradicional El 70 % de cultivos depende de la polinización

«Las abejas son imprescindibles para garantizar la alimentación y la diversidad»

Luís Ferreirín, responsable de agricultura de Greenpeace, lanza una pregunta al aire: ¿Qué pasaría si desaparecieran las abejas? Calcular la concatenación de consecuencias directas e indirectas que supondría el impacto resulta imposible, aunque existen un par de certezas que -como mínimo- ponen los pelos de punta.

«En los últimos años se ha constatado que la seguridad alimentaria y la biodiversidad del planeta dependen de los insectos polinizadores», explica el responsable de agricultura del colectivo.

En concreto en la C. Valenciana, el 70% de los cultivos para consumo humano que se producen dependen en mayor o menor medida de la polinización por insectos, siendo el sector frutícola el más beneficiado económicamente. Ferreirín destaca por su elevada dependencia de los insectos «el cultivo de algunos cítricos, pero también los kiwis, los calabacines o los melones, por citar algunos ejemplos».

Abelleta d'or

La polinización de las flores es vital, pero las abejas, unas de las principales encargadas de esta misión, están desapareciendo a marchas forzadas debido en parte al uso de plaguicidas tóxicos.

En este sentido, la Feria Valenciana de la Miel (Fivamel) que se celebra en Montroi este fin de semana ha dado un paso adelante a favor de la conservación de las abejas y de la apicultura premiando la labor que está desarrollando Greenpeace.

El comité organizador de Fivamel ha concedido «l'abelleta d'or» -máximo galardón apícola- a la asociación ecologista Greenpeace por la campaña que ha desarrollado en los último tiempos con el título «Salvemos a las abejas». La organización ha recogido hasta el momento 183.000 firmas con la intención de instar a los diferentes gobiernos a que frenen el uso de plaguicidas y pesticidas que atentan contra el entorno.

En el informe elaborado por Greenpeace «Alimentos bajo amenaza» ponen el acento en el valor económico de la labor de polinización de las abejas.

Insectos y economía

Un estudio de Greenpeace asegura que el trabajo que ejecutan las abejas podría estar valorado en torno a los 265.000 millones de euros anuales en todo el mundo, 22.000 millones para Europa y más de 2.400 millones para España. Cifras que indican, según el responsable de agricultura de Greenpeace, que el argumento económico es una razón más para protegerlas. Es más, apunta Ferreirín que las recientes restricciones en la Unión Europea a cuatro insecticidas se basan en recientes evidencias científicas que confirman la nocividad de estos productos para las abejas.

Desde Greenpeace sostienen que si si no se actúa podríamos asistir a un declive irreversible de las poblaciones de insectos polinizadores, lo que implicaría una pérdida de productividad de la gran mayoría de cultivos e incluso la inviabilidad en algún caso.

Es más, prosiguen, «el ser humano podría polinizar a mano algunos cultivos con un interés comercial importante pero, ¿quién va a polinizar el romero, tomillo, zarzamoras y un largo etcétera?»

Entre las soluciones propuestas está la prohibición del uso de productos tóxicos para las abejas y hacer que la evaluación de riesgos de los plaguicidas sea mucho más estricta. Por otro lado, argumentan que la solución definitiva pasaría por la adopción de la agricultura ecológica como única vía para una producción sostenible.

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