Los negocios que montan sus puestos en el mercado borgiano no son los únicos que se benefician del multitudinario evento. El comercio local, tal y como señaló Cardona, también sacó una generosa tajada de la ingente cantidad de gente que llegó a Llombai: «Los comercios locales han hecho su agosto, tanto bares y restaurantes, como hornos. La gente se ha interesado por nuestro productos típicos y por nuestra cerveza. Han ganado en un fin de semana casi como en todo un mes», explicó.